No se pudo probar que el rebaño que pastaba en un prado era de su propiedad. El juzgado le prohibió tener ovejas durante un año tras una condena por abandono de animales
Las distintas operaciones de las fuerzas de seguridad contra el maltrato animal (solamente en los últimos meses realizaron tres en Barbadás, Montederramo y Nogueira de Ramuín) comienzan a ocupar a los juzgados. Un vecino de Celanova, Jesús P.C., que había sido condenado por tener en malas condiciones a su rebaño de ovejas, fue ahora absuelto por el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense de un delito de quebrantamiento de condena al no quedar probado durante el juicio, celebrado el pasado 11 de mayo, que las reses que pastaban por fincas cercanas a la rotonda de Pedra Moa y al tanatorio celanovés eran de su propiedad. Los animales se encontraban a la intemperie, pastaban libremente y sin ningún pastor.
Los hechos se remontan a 18 de mayo del 2016 cuando el Juzgado de Instrucción de Celanova dictó una sentencia condenado a Jesús P.C. como autor de un delito leve de abandono de animales, el rebaño de ovejas. En la sentencia se impuso la pena de inhabilitación para la tenencia de animales durante un año, que debía cumplir entre el 25 de agosto del 2016 y el 24 del mismo mes del 2017.
La sentencia le fue notificada en tiempo y forma. Además, entonces, más en concreto el 8 de julio del 2016, según se puede leer en el fallo del Juzgado de lo Penal, fue requerido para que precediese al cumplimiento de la condena, siendo de nuevo notificado dos meses después por la Policía Local.
El Juzgado de Celanova, ante la sospecha de que pudiera están incumpliendo la condena, requirió el 15 de octubre de eses mismo año a la Guardia Civil para que lo verificara.
El agente que se encargó del trabajo informó que el acusado aún tenía su rebaño de ovejas y que pastaban por varias fincas entre la zona conocida como Pedra Moa y el tanatorio. Así, se inició un nuevo proceso judicial contra Jesús P.C. por quebrantamiento de condena, delito por el que el ministerio fiscal solicitaba una pena de multa de 15 meses a razón de seis euros diarios.
El guardia civil, a preguntas de la defensa durante la vista oral en el Juzgado de lo Penal 1, aseguró que vio a las ovejas pero no sabía si eran propiedad del acusado. Ante la falta de pruebas para acreditar al dueño del rebaño, fue absuelto del quebrantamiento de condena.
