La comarca de Celanova, de belén en belén

elanova es tierra de poetas y estás Navidades, también de belenistas. En la villa y en el rural, varios vecinos han montado diferentes belenes, tradicionales y actuales, para visitar en estas fechas.
photo_camera elanova es tierra de poetas y estás Navidades, también de belenistas. En la villa y en el rural, varios vecinos han montado diferentes belenes, tradicionales y actuales, para visitar en estas fechas.
El cristianismo conmemora, este mes de diciembre, el 800 aniversario de la creación del primer belén de la historia. Una tradición que se remonta a 1223 en Greccio (Italia) y que, ocho siglos después, vive su propio tirón en Celanova

Celanova se ha convertido esta Navidad en una parada obligada para los amantes de las luces y los belenes, una tradición que, sin salir del ayuntamiento, suma hasta cuatro propuestas diferentes para conocer la historia del nacimiento de Jesús. Iniciativas que son fruto de la implicación vecinal y de la colaboración ciudadana, con el apoyo de colectivos y del Concello.

La Sala dos Arcos, ubicada en la planta baja del Consistorio, es el escenario en el que este año se puede disfrutar del belén de Eva González. Un nacimiento poco convencional, hecho en clave de humor y con guiños a la actualidad, pero “absolutamente respetuoso”, enfatiza su autora que, desde hace 15 años, da forma -con arcilla polimérica- a personajes tradicionales y contemporáneos utilizando representación figurativa.

La sagrada familia y los reyes magos son minoría en un belén que plasma con acierto a los protagonistas de nuestra historia más reciente -desde Trump a Fidel Castro, la orquesta Panorama o Mafalda- y también de gente anónima que, a priori, no dice nada, como esa pandilla de amigos riéndose en mitad de la plaza. “¿Alguno habrá contado un chiste?”,  se pregunta la autora, que invita a pasarse por las instalaciones y disfrutar de las creaciones caricaturizadas. 

Tradiciones

Manuel, José, Adolfo, Fernando y don César, el querido párroco celanovés hoy ya jubilado, son los encargados de elaborar, cada año desde hace décadas, el belén parroquial, que se puede visitar a diario en la iglesia conventual. Una clásica representación que busca plasmar las escenas tradicionales con la idea de que guste, sobre todo, al público infantil. Figuras en movimiento, iluminación y hasta un río con cascada se pueden ver en el belén donde cada año tratan de hacer un homenaje a algún vecino o hecho singular. 

Varios vecinos montan el nacimiento parroquial.
Varios vecinos montan el nacimiento parroquial.

Para guiños, el que este año hicieron en la parroquia de Rabal a la participación de Celanova en el concurso “Juntos brillamos más” . Los bombones sustituyeron a las alpacas de paja en la representación que, en el año 2019, instauró la belenista María Dolores González con el apoyo y colaboración de un grupo de vecinos. En el montaje, que se puede visitar en la iglesia del santuario de la Armada, destaca la arquitectura tradicional gallega y el carácter enxebre de las escenificaciones, elaboradas por la belenista. Los vecinos de Rabal se han organizado para que esté abierto sábados, domingos y festivos, de 16,30 a 18,30 horas, además de en horario de culto.

La iglesia nueva de la Armada acoge este nacimiento .
La iglesia nueva de la Armada acoge este nacimiento .

Inspiración local

Milo es ya un viejo conocido de Vilanova dos Infantes. Este alaricano residente en Ourense empezó con la tradición de montar su propio belén en el bajo de la casa familiar en Outomuro (Cartelle) y allí estuvo durante ocho años con gran acogida y afluencia de visitantes. Este año será el tercero que expone en Vilanova dos Infantes, concretamente en el antiguo centro comarcal, y  donde se puede ver la Torre da Homenaxe, el santuario de la Virxe do Cristal, el pilón o la casona de la Praza Maior, construcciones con espuma de poliuretano y porexpán elaboradas por el propio Milo. “É un belén pequeno, inspirado no pobo, cunhas 60 figuras e cinco escenas”, describe este belenista cuya afición surgió de casualidad -ayudaba a poner la iluminación de los belenes de Ourense-, y que en los últimos años ha montado varios belenes en la ciudad, Celanova y mismo en Toén, visitable también este año y que alcanza los 50 metros cuadrados. “Cada ano, a cada sitio que vou, trato de facer algo propio, do pobo”, señala este artista, autor en miniatura de una amplia colección de monumentos.

A los pies de la torre se encuentra el Belén do Milo.
A los pies de la torre se encuentra el Belén do Milo.

 

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