Siete gárgolas de cartón piedra representan la figura más características del joven Entroido celanovés, pero también se han convertido, con la introducción de las reproducciones en miniatura, en uno de los recuerdos más solicitados entre los turistas que visitan Celanova. Las muestras son obra de Conchi Caride, artista y restauradora celanovesa.
¿Cómo se introdujo en esto del cartón piedra?
Fue por medio de una amiga, que me enseñó los primeros pasos y después por afición. Además, mi hermano Makako es pintor y siempre me animó y ayudo a seguir adelante. Al principio hacía regalos para los sobrinos, marionetas y máscaras, después el Ayuntamiento de Celanova me propuso hacer una interpretación de las gárgolas del Claustro Barroco y en eso estamos.
¿Cuánto tiempo tarda en crear una gárgola?
Es difícil de cuantificarlo en horas, porque requiere de muchas fases de secado, pero una gárgola grande pueden ser dos meses de trabajo. Eso sí, puedes estar haciendo varias repro ducciones simultáneamente.
¿Es un medio de vida?
Por lo menos para mí esto no es un negocio, más si tenemos en cuenta el tiempo que se emplea y la carestía de los materiales, aunque lo estoy intentando. Desde hace cinco años imparto un curso de creación de máscaras en el Colegio Sagrado Corazón de Celanova y, tambien expongo algunas gárgolas en la Oficina de Turismo, donde he vendido varias. Luego, lo demás son todo por encargos.
Uno de sus mayores reclamos son las gárgolas y máscaras en miniatura, ¿cómo se animó a hacerlas en pequeño?
Fue cosas de las chicas de la Oficina de Turismo, quienes me comentaron que los turistas les pedían reproducciones en pequeño, a modo de recuerdo de Celanova.
¿Para cuando una exposición en Celanova?
Hace unos años expuse alguna obra en colaboración con mi hermano, pero de momento no hay nada previsto. Lo que si que haré este año es participar en la romería Raigame de Vilanova
