El sol de mediodía no da tregua a los nuevos moradores de Castromao.
El yacimiento arqueológico celanovés, uno de los principales referentes de la cultura castrexa del noroeste peninsular, acoge los fines de semana de mayo y junio el primer programa de voluntariado sobre la recuperación del patrimonio cultural gallego (www.voluntariadogalego.org). Una veintena de voluntarios, en su mayoría jóvenes gallegos con inquietudes medioambientales y de protección por nuestro patrimonio, son los encargados de la limpieza y puesta en valor del yacimiento celta. 'É unha pena que un castro tan inmenso coma este non teña mantementos', coincidían, azada en mano, Felipe y Francisco.
El complejo arqueológico, que hace varios años que carece de programas especificos de excavación y limpieza, centra los trabajos de los voluntarios que tratarán de acondicionar el antiguo poblado, que está siendo conquistado por 'toxos' y silvas, y colocar una nueva señalización más didáctica y amena. 'Temos espíritu e moitas gañas, pero faltan medios', lamenta Eden Vázquez. Sus palabras las suscriben el resto de compañeros, que sugieren la posibilidad de que alguien les preste una desbrozadora para completar los trabajos.
Charo y Claudino, que en unos días celebrará su 68 cumpleños, son los más mayores de un grupo compuesto por seis hombres y tres mujeres. 'Vimos para intentar axudar', confiesa Claudino Ferreira, que visita Celanova por segunda vez en menos de un mes. 'Si nos deixan volveremos unha terceira, pero é necesario facer un mantemento, do contrario o noso esforzo será en vano'.
La intensidad de trabajo es tal que, la dirección ha optado por centrar el programa en Castromao, en detrimento de otras zonas de interés patrimonial incluidas inicialmente en el programa. 'Aínda que prevíamos actuacións na Casa da Neve, Milmanda, na ponte de Freixo ou nos petróglifos do Arnoia, optamos por traballar únicamente en Castromao, onde hai moito por facer', explica Carolina Brea Castro, monitora del programa, que advertía que 'o que sí mantemos é o xogo de roll en vivo en Vilanova dos Infantes.
Veladas, juegos y actividades de ocio y tiempo libre completan el fin de semana medioambiental con base en el albergue celanovés. 'O programa vai máis aló do traballo, é unha experiencia única onde coñeces xente e tamén aproveitas para facer turismo', señalaba Marcos Sumavielle que, al igual que el resto de sus compañeros, anima a los mayores de 18 años a participar de una experiencia para la que todavía quedan plazas libres.
El complejo arqueológico, que hace varios años que carece de programas especificos de excavación y limpieza, centra los trabajos de los voluntarios que tratarán de acondicionar el antiguo poblado, que está siendo conquistado por 'toxos' y silvas, y colocar una nueva señalización más didáctica y amena. 'Temos espíritu e moitas gañas, pero faltan medios', lamenta Eden Vázquez. Sus palabras las suscriben el resto de compañeros, que sugieren la posibilidad de que alguien les preste una desbrozadora para completar los trabajos.
Charo y Claudino, que en unos días celebrará su 68 cumpleños, son los más mayores de un grupo compuesto por seis hombres y tres mujeres. 'Vimos para intentar axudar', confiesa Claudino Ferreira, que visita Celanova por segunda vez en menos de un mes. 'Si nos deixan volveremos unha terceira, pero é necesario facer un mantemento, do contrario o noso esforzo será en vano'.
La intensidad de trabajo es tal que, la dirección ha optado por centrar el programa en Castromao, en detrimento de otras zonas de interés patrimonial incluidas inicialmente en el programa. 'Aínda que prevíamos actuacións na Casa da Neve, Milmanda, na ponte de Freixo ou nos petróglifos do Arnoia, optamos por traballar únicamente en Castromao, onde hai moito por facer', explica Carolina Brea Castro, monitora del programa, que advertía que 'o que sí mantemos é o xogo de roll en vivo en Vilanova dos Infantes.
Veladas, juegos y actividades de ocio y tiempo libre completan el fin de semana medioambiental con base en el albergue celanovés. 'O programa vai máis aló do traballo, é unha experiencia única onde coñeces xente e tamén aproveitas para facer turismo', señalaba Marcos Sumavielle que, al igual que el resto de sus compañeros, anima a los mayores de 18 años a participar de una experiencia para la que todavía quedan plazas libres.
