La Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Terra de Celanova, que aglutina a los 10 concellos de la comarca y los 5 de A Baixa Limia, iniciará una ronda de contactos y encuentros en los distintos municipios con el objetivo de extender su red de actividades y de voluntarios a la totalidad del territorio. La actividad social es muy activa en la sede local de la villa de San Rosendo, pero sus responsables consideran importante dar un paso más y llevar la actividad más allá de Celanova, bien sea a través de actividades periódicas mensuales o con charlas puntuales. “Xa empezamos a falar cos concellos e mesmo imos a ter pronto unha actividade en Bande”, explicaba Tania Salgado, coordinadora comarcal, a lo que el delegado extraordinario celanovés, Paco González, añadía que “o ideal sería ter voluntarios en cada un dos 15 concellos, algo que agora non temos. Así estaríamos máis preto das necesidades e da problemática da xente”.
Otro de los retos de la asamblea para 2022 será designar un nuevo presidente. “Para min isto non é traballo, temos un grupo implicado que traballa moito e as decisións tómanse na asamblea, pero habería que intentar que alguén de aquí asumira o cargo”, comentaba el delegado especial, quien es también vicepresidente provincial y voluntario desde hace más de 10 años.
Actualmente la asamblea comarcal cuenta con un centenar de voluntarios y casi medio centenar de socios. “Quero agradecer a vocación do persoal e a implicación dos voluntarios, sen eles non sería posible desenvolver a actividade”, resaltaba Paco González, quien explicaba que ellos son los primeros embajadores de Cruz Roja. “Isto é unha gran familia. Entre 20-30 colaboran nas actividades de diario, logo hai quen só colabora coa venda de lotería, nas actividades do verán ou puntualmente nalgún evento”, describía Salgado.
Su apoyo y colaboración fue clave en la pandemia, donde la asamblea atendió a 722 personas. Tras la vuelta a la normalidad, han regresado también las actividades presenciales con el programa de promoción y apoyo al éxito escolar en el que participan una veintena de niños y jóvenes entre 6 y 18 años, la atención a los inmigrantes y a los mayores. “Eles son o piar da nosa actividade”, matiza Tania Salgado sobre las acciones para la tercera edad, muy satisfecha con los resultados de los talleres de memoria, yoga y de calceta y ganchillo. Esta última “é a nosa rede social, pero sen darse conta están a traballar moitas cousas. O obxectivo é manter activa á poboación maior”, enfatiza. En cuanto a los emigrantes, Salgado y González confirmaban un incremento del 500% de los casos. “Antes eran retornados, agora non. Veñen porque coñecen a alguén, pero moitos sen papeis e quedándose en casas de coñecidos”, describía la coordinadora, con 55 personas registradas en el programa, y una media de 43 años.
