Unas marcas que señalan sobre el firme lo que pudiera ser el trazado de la vía son, a día de hoy, el único indicio del segundo tramo del eje de comunicaciones entre Ourense, Celanova y la frontera portuguesa.
La celeridad con la que en el último año se han desarrollado las obras de ejecución de la autovía AG-31 entre Ourense y Celanova contrastan con la ausencia de maquinaria y 'trazos' en el sur provincial. No hay indicios físicos de la ejecución de las obras de mejora de la OU-540 hasta la frontera lusa, y representantes del partido socialista se reunían ayer en Bande para 'alertar' del 'peligro' que corre el futuro de la infraestructura. 'Diante deste novo panorama que se albisca, de recortes e reprogramacións anunciado polo máximo representante das infraestruturas do noso pais, o desacougo dos veciños da zona é razoable e evidente', señalaba el diputado Pablo Xabier López Vidal que, con Juan Carlos Francisco Rivera, mantuvo ayer un encuentro con cargos institucionales y orgánicos de Baixa Limia.
El eje de comunicaciones A-52-frontera portuguesa, adjudicada el 6 de abril de 2009 por 121,3 millones de euros, consta de dos partes: una autovía de 18,7 kilómetros hasta Celanova y el arreglo de los 39 restantes de la OU-540 hasta la frontera. Sin embargo, en la actualidad las máquinas han echado el freno en Casal do Bispo (Verea). 'A concesionaria optou por concentrar primerio os traballos na autovía de Celanova, pero o trazado das circunvalacións xa están marcados', explicaba recientemente el regidor de Verea, Juan Antonio Martínez. Una tranquilidad que ayer compartía el alcalde banduense, José Antonio Armada, quien señalaba que 'o maior compromiso da Xunta ca infraestrutura é precisamente a execución da obra'.
Pese a la 'tranquilidad' que comparten los regidores populares, el PSdeG llevará al Parlamento la inquietud vecinal, para conocer cuáles son los plazos del segundo tramo, así como si la Xunta mantiene el compromiso inversor de 14 millones. Asimismo, presentarán mociones en los concellos con el objetivo de que ratifique el compromiso con una infraestructura que, además de vertebrar las comarcas, abriría una nueva conexión con el norte de Portugal.
El eje de comunicaciones A-52-frontera portuguesa, adjudicada el 6 de abril de 2009 por 121,3 millones de euros, consta de dos partes: una autovía de 18,7 kilómetros hasta Celanova y el arreglo de los 39 restantes de la OU-540 hasta la frontera. Sin embargo, en la actualidad las máquinas han echado el freno en Casal do Bispo (Verea). 'A concesionaria optou por concentrar primerio os traballos na autovía de Celanova, pero o trazado das circunvalacións xa están marcados', explicaba recientemente el regidor de Verea, Juan Antonio Martínez. Una tranquilidad que ayer compartía el alcalde banduense, José Antonio Armada, quien señalaba que 'o maior compromiso da Xunta ca infraestrutura é precisamente a execución da obra'.
Pese a la 'tranquilidad' que comparten los regidores populares, el PSdeG llevará al Parlamento la inquietud vecinal, para conocer cuáles son los plazos del segundo tramo, así como si la Xunta mantiene el compromiso inversor de 14 millones. Asimismo, presentarán mociones en los concellos con el objetivo de que ratifique el compromiso con una infraestructura que, además de vertebrar las comarcas, abriría una nueva conexión con el norte de Portugal.
