En todas las estadísticas sobre natalidad, envejecimiento, despoblación o dispersión geográfica está siempre Pontedeva.
En todas las estadísticas sobre natalidad, envejecimiento, despoblación o dispersión geográfica está siempre Pontedeva. Un concello de apenas 625 habitantes y 9,9 kilómetros cuadrados que, sin embargo, cuenta con un polígono industrial con más de cien trabajadores y en expansión. Así lo relata su alcalde, Juan Carlos González, que lucha para hacer de su municipio un lugar ideal para vivir y trabajar.
¿Cómo lleva eso de ser alcalde en un concello tan pequeño?
Bien, yo entiendo que un alcalde tiene que ser un gestor, tienes que hacer tu trabajo y hacerlo bien. Representar a tus convecinos es un gran honor, pero a veces hacer cumplir la ley también significa enfrentarte con algún vecino y eso es muy doloroso. Es lo peor que llevo. Va con el cargo, pero....
Tampoco será habitual, ¿o si?
No, pero yo soy de Pontedeva, vivo y trabajo aquí. Y cuando entré en el concello me llevaba bien con todos, pero desde que soy de alcalde, ya tuve problemas con alguno y es muy triste. Es triste y no hay nada que lo compense.
En su caso, ni siquiera tiene un sueldo que lo repare...
Aquí no se cobra nada, Nosotros no tenemos dedicación, ni sueldos, ni gastos de teléfono. Lo hacemos muy gustosos y porque queremos. En cambio, sí que entiendo que los alcaldes tienen que tener una dedicación y cobrar, pero también, antes de acceder al cargo, debemos tener una preparación. No es lógico que cualquier persona puede ser alcalde, pero sin embargo, para ser barrendero se exijan ciertos requisitos.
¿Cuál es la situación económica de las arcas públicas?
Estamos saneados. Somos de los pocos concellos que no fuimos al plan de pago a proveedores de Montoro, pero es cierto que cada vez estamos más ajustados. Desde que entramos pusimos en marcha una ludoteca infantil y una escuela de baile y música que están funcionando muy bien. Pero al final, esos servicios cuestan dinero y un concello pequeño no es capaz de asumirlo. Sería interesante que, a lo mejor cuatro o cinco concellos con un servicio de transporte, pudieran ofertar una guardería, ludoteca, zona de servicios y ocio. Esto tiene que hacerse, porque, de lo contrario, la gente acaba por irse a las ciudades.
¿Cuál sería la clave?
Una vez que las infraestructuras son buenas, la clave está en un buen transporte y servicios bien gestionados. Tenemos muchos colegios y no tenemos niños, tenemos muchos centros de salud y están mal planificados. ¿No sería mejor tener un único centro médico, bien equipado y con un servicio de urgencias 24 horas?. Internet también es fundamental. Entiendo que hay otras zonas con más demanda, pero aquí es básico. En el rural, las medidas tienen que ser todas excepcionales y urgentes, porque en 20 o 30 años habrá zonas totalmente desiertas.
¿Cuáles son los proyectos más importantes para el concello?
Tengo claro que es muy importante la ampliación total del polígono de Trado y la creación de viviendas para favorecer el asentamiento de población, tanto con la construcción de las viviendas sociales cuyo proyecto acabamos de aprobar, como la rehabilitación de las casas abandonadas. Esa es la segunda parte. Primero es dar solución a la demanda y después, trasladarse a los pueblos.
¿Se ha dado la circunstancia de que se haya ido gente del concello por no tener viviendas?
Si, ya se marcharon vecinos por no tener donde construir una casa. Hoy en día, creo que casi todos los servicios básicos están cubiertos y el papel de la administración es favorecer la creación de puestos de trabajo en el rural. La gente quiere vivir en los pueblos, pero tenemos que ponerlo en bandeja.
¿Qué se podría hacer para mejora esa situación?
La administración, y así lo estamos haciendo nosotros con el polígono, donde realizamos grandes inversiones para asentar y atraer empresas, tiene que facilitar la creación de empleo ofreciendo suelo a bajo coste y facilitando todo el papeleo administrativo. Hay que incentivar los puestos de trabajo en el rural haciendo que la cuota de autónomo sea casi regalada y no aplicando los impuestos a las tiendas de los pueblos porque, no solo generan empleo, sino que hacen una gran labor. También, pensando en la agricultura y ganadería, hay que buscar una manera de acabar con el minifundismo. Pero tienen que hacerlo desde arriba con medidas drásticas y rápido.
¿Estaría a favor de la fusión de concellos?
Yo estoy a favor de que los concellos sobrevivan, de que los pueblos sobrevivan y para eso, por supervivencia, es necesario hacer una ordenación del territorio distinta, que tiene que darse de arriba a abajo. Cuando entré en la alcaldía estaba totalmente en contra, porque pensaba que nosotros nos podíamos defender. Pero los concellos son minifundistas y es necesario que estén gobernados por entes grandes que los puedan organizar bien. No todos podemos tener pabellones, piscinas, centros de salud, bibliotecas, polígonos,... Tenemos que, en grandes zonas, repartir esos servicios, así como el catastro o el urbanismo.
Y, como eso entre nosotros no lo haríamos nunca, tiene que ser una administración superior la que coja la provincia y la deje en diez concellos. Posiblemente, la Diputación de Ourense es la clave. Es un organismo que está funcionando muy bien, que está buscando soluciones, innovando y haciendo muchas propuestas. Todo esto no implica la desaparición total de los concellos, sino que estos pasarían a ser un ente de proximidad, para atender las peticiones vecinales, siguiendo el ejemplo de lo que ocurre en Portugal. Personalmente, entendiendo que somos un concello apetitoso dada nuestra actividad empresarial, anexionarnos a Cortegada o Padrenda no cambiaría nada, no solucionaría las cosas ni para ellos, ni para nosotros.
¿Qué peso tiene el turismo en el futuro del municipio?
Para resultar un concello atractivo, turísticamente hablando, es necesario adecentar los pueblos y tenerlos bien, y en eso estamos. Hace un par de años pusimos en marcha en un antiguo vertedero un área de autocaravanas. También contamos con un par de rutas de senderismo que, cada año, tratamos de potenciar con una andaina y estamos arreglando todo nuestro patrimonio, recuperando y rehabilitando nuestra arquitectura tradicional con medidas ejemplares. Hay que aprovechar el gran capital que tenemos en nuestros pueblos.
