Entre familiares, amigos y compañeros de colegio, José Antonio Vázquez Taín presentó ayer en Celanova 'Santiago. La leyenda del Santo oculto'. La primera novela del magistrado de Zarracós (A Merca), un relato histórico y romántico, que se ha vuelto a ver eclipsado por la profesión de su autor.
Las fotografías de Alberto Núñez Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado, a quien Vázquez Taín investigó entre 2001 y 2003, han devuelto al juez a las portadas de los medios de comunicación. 'Xa falei de abondo. O tema está morto, simplemente están intentando alongar para mantelo vivo', señalaba sin querer entrar a valorar hasta cuándo duró la relación de Alberto Núñez y el narcotraficante. 'Hoxe falamos do meu libro', bromeaba en la entrada de la Casa dos Poetas.
Quizás el hecho de sentirse en casa le permitió confesar, con prudencia, que salió a la palestra a petición de la policía. 'Cando estabamos cas investigacións principais non se levou ninguna fotografía, nin estas nin outras máis, porque non eran relevantes para a causa' y matizó que 'nin a policía nin os funcionarios de xustiza as filtramos. Esa insinuación de que alguén as sacou do sumario e as filtrou interesadamente é totalmente incerta'. Vázquez Taín valoró la posibilidad de que estas pudieran haber sido robadas en el último registro que se hizo para inventariar los bienes 'pero me parece moi extraño, porque os rexistros xudiciais son moi rigurosos: a secretaria vai tomando nota de todo o que se fai, non se pode mover ninguén da súa vista'.
El magistrado niega que se vaya a abrir una investigación para dar con el autor de la filtración y comparte las declaraciones realizadas por la mujer de Dorado, en las que dice que era un hombre muy dado a sacarse fotografías con gente de todo tipo de ideologías y profesiones. 'Eu non quero abrir unha caza de bruxas, porque o que vin naquela época morrerá conmigo. E si é doutro signo político tamén falarei moi claro. Penso que hai que ser honrados e non se sacou nada porque non había nada máis'.
Comenzada la presentación, las mediáticas fotografías del presidente pasaron a un segundo plano. Los allí presentes se mostraron más interesados en conocer los entresijos de la novela que, como confesó el propio Vázquez Taín, 'é unha historia, unha necesidad que levo dentro dende que fixen o Camiño de Santiago no ano 1998', al tiempo que rebatía las acusaciones de 'oportunismo', al coincidir la publicación con la resolución del caso del robo del Códice Calixtino. 'Mellor non escribo nada sobre o narcotráfico, non vaia ser que traten de identificar quen é cada un dos personaxes', bromeó.
En la sala 'da lareira' de la Casa dos Poetas, y respaldado por el alcalde Luis Ferro y el periodista Antonio Piñeiro, Vázquez Taín se confesó 'protestante' y quiso reivindicar la importancia y riqueza 'da nosa milenaria historia e literatura' y lamentó: 'Que pena que no sepamos vender o que temos'.
La novela es una oda a la riqueza de estas tierras del Arnoia, a sus personajes históricos como los 'coelemi', que durante siglos habitaron de forma pacífica y estable Castromao, y a la tumba romana del apóstol Santiago.
Quizás el hecho de sentirse en casa le permitió confesar, con prudencia, que salió a la palestra a petición de la policía. 'Cando estabamos cas investigacións principais non se levou ninguna fotografía, nin estas nin outras máis, porque non eran relevantes para a causa' y matizó que 'nin a policía nin os funcionarios de xustiza as filtramos. Esa insinuación de que alguén as sacou do sumario e as filtrou interesadamente é totalmente incerta'. Vázquez Taín valoró la posibilidad de que estas pudieran haber sido robadas en el último registro que se hizo para inventariar los bienes 'pero me parece moi extraño, porque os rexistros xudiciais son moi rigurosos: a secretaria vai tomando nota de todo o que se fai, non se pode mover ninguén da súa vista'.
El magistrado niega que se vaya a abrir una investigación para dar con el autor de la filtración y comparte las declaraciones realizadas por la mujer de Dorado, en las que dice que era un hombre muy dado a sacarse fotografías con gente de todo tipo de ideologías y profesiones. 'Eu non quero abrir unha caza de bruxas, porque o que vin naquela época morrerá conmigo. E si é doutro signo político tamén falarei moi claro. Penso que hai que ser honrados e non se sacou nada porque non había nada máis'.
Comenzada la presentación, las mediáticas fotografías del presidente pasaron a un segundo plano. Los allí presentes se mostraron más interesados en conocer los entresijos de la novela que, como confesó el propio Vázquez Taín, 'é unha historia, unha necesidad que levo dentro dende que fixen o Camiño de Santiago no ano 1998', al tiempo que rebatía las acusaciones de 'oportunismo', al coincidir la publicación con la resolución del caso del robo del Códice Calixtino. 'Mellor non escribo nada sobre o narcotráfico, non vaia ser que traten de identificar quen é cada un dos personaxes', bromeó.
En la sala 'da lareira' de la Casa dos Poetas, y respaldado por el alcalde Luis Ferro y el periodista Antonio Piñeiro, Vázquez Taín se confesó 'protestante' y quiso reivindicar la importancia y riqueza 'da nosa milenaria historia e literatura' y lamentó: 'Que pena que no sepamos vender o que temos'.
La novela es una oda a la riqueza de estas tierras del Arnoia, a sus personajes históricos como los 'coelemi', que durante siglos habitaron de forma pacífica y estable Castromao, y a la tumba romana del apóstol Santiago.
