Los presupuestos de Ramirás para 2022 no superaron ayer la tramitación plenaria. Los cuatro concejales del PP y el edil del BNG votaron en contra de la propuesta del grupo de gobierno que preside la socialista Isabel Gil, en minoría con cuatro concejales, con una partida de 1.116.000 euros tanto en ingresos como en gastos. “Creo que son uns orzamentos feitos para sacar adiante moitas cousas, un beneficio para o Concello”, dijo Gil, tras enumerar las obras incluidas en el capítulo de inversiones, por valor de 304.579 euros.
La regidora se mostró muy sorprendida por el resultado de la votación. Gil, tras la conversación mantenida hace unos días con el concejal del BNG Marcos Meléndez, esperaba contar al menos con su abstención. Una situación que negaba el edil nacionalista, quien tildó de “paripé” la sesión convocada tres días después del último pleno y “sen negociar con ninguén”. “Estamos dacordo con moitas cousas do orzamento, pero con outras moitas non”, dijo Meléndez, echando en falta ayudas para las familias o para personas de escasos recursos.
Precisamente la ausencia de una partida específica para paliar los daños causados por la pandemia fue una de las razones dadas por el portavoz “popular”, Juan Carlos Rodríguez para votar en contra. “Non hai ningunha das peticións que fixemos”, dijo, recordando la petición de no cobrar el recibo del agua a la gente mientras que no se arregle el problema de contaminación por arsénico. “Algo que ti pediches cando estabas na oposición e que nós fixemos durante un ano”, recordaba Rodríguez..
El rechazo al presupuesto obligará al gobierno municipal a prorrogar el de 2021. “Non queredes que o Concello funcione porque están próximas as eleccións”, dijo Gil, lamentando que esta situación bloqueará, entre otros, el proyecto para rehabilitar la antigua escuela de Freás de Eiras, por valor de 280.000 euros, y donde el gobierno local tiene en proyecto recuperar el tejado y habilitar un centro de día, una sala cultural y un vivero de empresas, entre otros.
