Ester García Mera: "Sería un sueño venir a dirigir algún proyecto audiovisual a Celanova"

La joven cineasta viguesa asentada en Barcelona, Ester García Mera, ha disfrutado de unos días de vacaciones y desconexión en Celanova. Un lugar donde están sus raíces familiares y donde confiesa que está deseando participar en algún proyecto audiovisual. ¿Qué le une con Celanova? Aquí vive mi abuela y están mis raíces familiares. Yo soy de Vigo y he vivido allí siempre, hasta que salí fuera a estudiar. Pero venía a Celanova los fines de semana y en verano. ¿Cómo los recuerda? Sobre todo la época de fiestas, como la Ramallosa. Al final, de pequeña lo veía más ligada al juego, ahora a desconexión, a no trabajar. El modo silencio del móvil no es algo que conozca mucho, la verdad. Pero he de reconocer que estoy descansando. ¿Se ve viviendo aquí? No, al menos a corto plazo. Porque al final, en Madrid y en Barcelona es donde está la industria. Me gusta mucho vivir en Barcelona. Creo que he encontrado un sitio donde quedarme un tiempo. Aunque siempre lo digo, me encantaría volver aquí para grabar algo puntual, sería un sueño. Además, sé que en Celanova se han grabado cosas, que hay talleres de cine y nunca llegué a venir. ¿Cuándo tuvo clara su vocación? Siempre me ha gustado mucho el cine, en mi casa se han visto muchas series y películas. A mi madre le gusta también. Recuerdo que, estando en cuarto de la ESO, fui al cine a ver Cisne Negro, y lo vi claro. Quería hacer algo así. Estudié Comunicación Audiovisual en Santiago y, aunque me decían que no iba a conseguir trabajo, estoy dirigiendo. Creo además que tiene muchas salidas laborales: llevar redes sociales a tiendas, trabajando en medios digitales, fotografía… No hay nadie que, en algún momento del día, no consuma audiovisual. La publicidad está en todas partes. ¿Cuánto tiempo le dedica a las redes sociales? Uff, muchas, pero es que forma parte de mi trabajo, es mi portfolio. Cuando en una productora me llama es porque han visto algo en mis redes, o en mi página web, y les llama la atención. Es verdad que eres un poco esclavo de eso. ¿Cómo está la profesión? Venimos de un momento duro (pandemia), pero yo estoy contenta. No llevo tanto tiempo trabajando, la verdad, pero las productoras están contando conmigo. Esto es muy rápido, como un cohete. Siento que engancho un trabajo y otro. Eso sí, hay que picar muchas puertas, mandar muchos correos hasta que alguno decide confiar en ti. Lleva poco tiempo y muchos proyectos, ¿cuál destacaría? No sabría decir. Con cero experiencia, hice el guion de dirección en un videoclip de Bad Gyal, también me hizo ilusión llevar la dirección creativa entera del álbum de Anajú de Operación Triunfo y a Raúl Clyde, -suena su canción en la radio- le he hecho un videoclip hace dos meses. Está empezando, tenía poco presupuesto y confió en mí. A veces me meto en esos proyecto porque me apetece, al igual que me apoyaron a mí, apoyar a artistas que no tengan mucha sujeción económica. También diría que esta profesión es colectiva, no es nada individualista. Yo no sería nada sin las personas que conforman mi equipo.