La diputada del BNG por Ourense, NOa Presas, urgió al Gobierno gallego a que busque una solución para los conductores afectados
La diputada del BNG por Ourense, Noa Presas, trasladó ayer al Parlamento las demandas de los vecinos de Mandrás (Celanova) con respecto a la decisión de la Xunta de pintar una línea continua en la carretera OU-531, lo que obliga a los conductores a tener que desplazarse casi un kilómetro hasta la rotonda del polígono para entrar a sus domicilios y negocios.
Presas urgió al Gobierno gallego a que busque una solución para los afectados, poniendo el acento en que no se trata de un punto negro ni una vía de alta siniestralidad, y propuso crear una mesa de diálogo entre la Xunta, el Concello y los vecinos. En la calzada, que en esa zona es ancha y de buena visibilidad, "cabería a posibilidade de ter un carril de desvío e espera para asegurar a incorporación segura", apuntó Presas, que introducía la posibilidad de reducir la velocidad.
En aras de la seguridad
Desde la Consellería de Infraestruturas, Francisco Menéndez dijo que la mejora y los cambios en ese tramo se realizaron en aras de la seguridad y conforme a la normativa actual "que impide neste punto o xiro á esquerda por estar nun carril rápido de adiantamento, lugar pouco seguro para deterse a xirar". Asimismo, restó importancia a los 700 metros que los usuarios deben circular hasta la glorieta para hacer el giro con seguridad.
