La oferta turística del Burgo Medieval de Vilanova dos Infantes, que en lo que va de año ha recibido cerca de 10.000 visitantes, se completará con la recreación de la historia de los zapateros. El gremio que durante años rigió la actividad económica de la villa, contará con un centro de interpretación propio que se ubicará en el edificio que alberga la bodega de San Vivián. Una exposición y un banco de trabajo para demostraciones de los artesanos, lideran la actuación financiada por la Secretaría xeral de Turismo.
La adega de San Vivián, en el núcleo medieval de Vilanova dos Infantes, será acondicionada para acoger un centro de interpretación de los zapateros, como muestra del oficio que tradicionalmente centró la economía de la villa durante muchos años. El proyecto busca completar la oferta turística del Burgo celanovés que, en lo que va de año, alcanza las 10.000 visitas contabilizadas sólo en la Torre do Homenaxe, y para el que cuenta con una primera partida presupuestaria de la Secretaría xeral de Turismo.
Con este proyecto, el Concello de Celanova busca recrear la historia de este gremio desde el siglo XVIII (un documento de 1774 confirma que ya se registraban en la época zapateros en la villa), hasta la actualidad a través de una exposición permanente, un audiovisual que se proyectaría en las propias paredes de la cueva y demostraciones en directo. O obxetivo pasa por adquirir un banco de traballo e implicar os poucos zapateiros artesáns que quedan na vila para que, en épocas puntuales do ano, participen en demostracións de cómo se facían antes os zapatos, explica el alcalde, Antonio Mouriño.
Reclamo turístico
Ubicada en el barrio de Arrabaldo, a modo de plataforma sobre el Souto dos Rivas y con una chimenea de aireación cuya inscripción data de 1767, la adega de San Vivián está enclavada en una humilde vivienda rehabilitada para usos turísticos en el año 2004. El proyecto municipal, explicaba el regidor popular, Antonio Mouriño, pasa polo acondicionamento da sala principal para dispoñer nela os paneis informativos que explicarán a historia do gremio, dende cando aparecen os primeiros zapateiros ata os nosos días, falando da incidencia social e económica na vila, o oficio e a súa nomenclatura, así como a progresiva desaparición ca chegada da industrialización.
En la actualidad, la bodega se puede visitar previa solicitud en el centro comarcal, pero a idea asignar un convenio para que a visita a adega de sexa un reclamo máis que complete a oferta turística de Vilanova dos Infantes, apuntaba Mouriño.
2.000 habitantes y 120 zapateros
Agrupada alrededor de la Torre do Homenaxe, la tradición zapatera de la villa medieval de Vilanova dos Infantes se remonta a tiempo inmemorial, aunque la primera referencia data de principios del siglo XVII. Con escasa documentación al respeto, las referencias orales llegan a contabilizar hasta 154 artesanos. En los archivos municipales de Celanova se recoge como en el padrón de 1950 había censados en Vilanova un total de 120 zapateros sobre una población que pasaba muy poco de los 2.000 habitantes.
Desde entonces la cifra fue a menos por dos condicionantes, la industrialización del proceso de producción de calzado y la emigración.
No centro de interpretación os visitantes coñecerán de primeira man a historia dos zapateiros que emigrara cara América, principalmente Venezuela, e alí seguiron co oficio aprendido en Vilanova creando fábricas de calzado que hoxe son una referencia estatal, apuntó el regidor celanovés, Antonio Mouriño.
Con este proyecto, el Concello de Celanova busca recrear la historia de este gremio desde el siglo XVIII (un documento de 1774 confirma que ya se registraban en la época zapateros en la villa), hasta la actualidad a través de una exposición permanente, un audiovisual que se proyectaría en las propias paredes de la cueva y demostraciones en directo. O obxetivo pasa por adquirir un banco de traballo e implicar os poucos zapateiros artesáns que quedan na vila para que, en épocas puntuales do ano, participen en demostracións de cómo se facían antes os zapatos, explica el alcalde, Antonio Mouriño.
Reclamo turístico
Ubicada en el barrio de Arrabaldo, a modo de plataforma sobre el Souto dos Rivas y con una chimenea de aireación cuya inscripción data de 1767, la adega de San Vivián está enclavada en una humilde vivienda rehabilitada para usos turísticos en el año 2004. El proyecto municipal, explicaba el regidor popular, Antonio Mouriño, pasa polo acondicionamento da sala principal para dispoñer nela os paneis informativos que explicarán a historia do gremio, dende cando aparecen os primeiros zapateiros ata os nosos días, falando da incidencia social e económica na vila, o oficio e a súa nomenclatura, así como a progresiva desaparición ca chegada da industrialización.
En la actualidad, la bodega se puede visitar previa solicitud en el centro comarcal, pero a idea asignar un convenio para que a visita a adega de sexa un reclamo máis que complete a oferta turística de Vilanova dos Infantes, apuntaba Mouriño.
2.000 habitantes y 120 zapateros
Agrupada alrededor de la Torre do Homenaxe, la tradición zapatera de la villa medieval de Vilanova dos Infantes se remonta a tiempo inmemorial, aunque la primera referencia data de principios del siglo XVII. Con escasa documentación al respeto, las referencias orales llegan a contabilizar hasta 154 artesanos. En los archivos municipales de Celanova se recoge como en el padrón de 1950 había censados en Vilanova un total de 120 zapateros sobre una población que pasaba muy poco de los 2.000 habitantes.
Desde entonces la cifra fue a menos por dos condicionantes, la industrialización del proceso de producción de calzado y la emigración.
No centro de interpretación os visitantes coñecerán de primeira man a historia dos zapateiros que emigrara cara América, principalmente Venezuela, e alí seguiron co oficio aprendido en Vilanova creando fábricas de calzado que hoxe son una referencia estatal, apuntó el regidor celanovés, Antonio Mouriño.
