Carlos González Reigosa afirma que la relación de García Márquez con Galicia es 'permanente y mágica'

El periodista y escritor Carlos González Reigosa ha publicado ‘La Galicia mágica de García Márquez’ y sostiene que la relación del autor de ‘Cien años de Soledad’ con esta Comunidad es ‘permanente y mágica’.
González Reigosa, que protagoniza en Compostela un coloquio sobre el premio Nobel, recordó en declaraciones que García Márquez ‘se pasó toda la vida hablando y citando como una influencia primera y mágica la de la que decía su abuela gallega’.

Mágica -explicó G.Reigosa-, porque está claro que la Abuela Tranquilina es colombiana, aunque con antepasados españoles, y la tatarabuela Josefa Vidal ‘tiene toda la pinta de ser gallega’.

No obstante, se trata de algo difícil de probar, aunque también ‘innecesario’, si bien García Márquez lo animó a hacerlo, ‘porque soy yo el que necesita saberlo’, le dijo.

El autor de ‘Homes de tras a corda’ explicó como el escritor colombiano le relató sus charlas con la ‘abuela gallega’, que, ‘con cara de palo’, hablaba igual de vivos que de muertos, en contraste con las historias reales que le contaba su abuelo.

En ‘La Galicia mágica de García Márquez’, G. Reigosa cuenta como después del Nobel y del triunfo de Felipe González en las elecciones de 1982, el escritor visitó al político en La Moncloa y le explicó los agobios que le producía la fama y su deseo de ir a algún sitio para sentirse a gusto y en 1983 viaja por primera vez a Galicia, única visita de la que deja testimonio escrito, en un artículo titulado ‘Viendo llover en Galicia’, que concluye con esta frase: ‘Entre gallegos -ya lo sabemosnunca se sabe’.

Posteriormente, vendría otras dos veces a Galicia, siempre desde Portugal y con gran interés por las rías, donde, decía él, aún se pueden comer los últimos mariscos de un mundo devastado.

La plaza del Obradoiro fue otro de los comentarios que el escritor plasmó en su artículo, para reconocer que consideraba la de Siena como la plaza más hermosa del mundo, hasta que la de Compostela le hizo dudar.

Preguntado por Reigosa años después si ya había deshecho el empate, García Márquez le contestó que ‘la de Siena la sigo viendo como es, pero la de Santiago no ha hecho más que crecer en mi recuerdo, que es donde crece lo que merece la pena’.

Aunque no hay otras referencias escritas de sus visitas posteriores, García Márquez se manifestó siempre vinculado a Galicia y está también probado su interés por escritores como Valle, Rosalía o Cunqueiro, ‘al que yo siempre pensé que lo seguía de reojo’, señaló Reigosa.

No obstante, insiste en el carácter mágico de esta relación, como prueba que en ‘Vivir para contarla’, cuando García Márquez escribe como periodista, no hace referencia a la galleguidad de su abuela, porque, ‘como buen periodista, no hace una afirmación que no puede probar’.

González Reigosa aporta en su Galicia de García Márquez tres epílogos, referidos a Francisco Porrúa, el primer editor de ‘Cien años de Soledad’, gallego de Corcubión; la ‘extrañísima relación’ de García Márquez con Cunqueiro; y ‘la forma de contar’ de García Márquez, que siempre dijo le venía de su ‘abuela gallega’.

En este sentido, Carlos González Reigosa considera que si se juntase a las abuelas de García Márquez, Cunqueiro o Torrente, ‘estaríamos ante tres hermanas’.

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