El diseñador ha mostrado unas prendas en las que las sedas predominan en todos sus tratamientos y las formas orgánicas se adaptan sutilmente al cuerpo. Las modelos han desfilado al ritmo de un xilófono étnico que acompañaba a la música.
Líneas sueltas y vaporosas, con movimiento y sensualidad, concretadas en un patronaje limpio y sencillo en el que predominaban los pliegues, las pinzas y las construcciones geométricas; y en los que se dejaba entrever una inspiración setentera con campanas y tiros altos.
Devota y Lomba pretende llamar la atención hacia la naturaleza y lo ecológico, desde la tecnología que nos rodea con una gama de tonos pastel que van desde el blanco más espacial hasta el verde oliva pasando por vainillas, azules y grises acentuados con tonos vino. Los tafetanes, las sedas, las gasas y las aplicaciones de cuero han sido los protagonistas de elegantes vestidos, blusas, faldas y capelinas para ellas y trajes de pantalón, camisa y chaqueta para ellos.
