Arte et Alia

Fotoconceptualismo de género en Alterarte

Dos de los cinco recunchos de la muestra
photo_camera Dos de los cinco recunchos de la muestra
Es la décimo primera propuesta del prestigioso proyecto universitario “Estado crítico 12 curador*s 12 artistas”

"Deebo” Barreiro llega desde Vigo, donde vive, de la mano del ourensano Vítor Nieves (As Vendas da Capela-A Gudiña, 1980), a esta significada sala de arte de la UVigo en el campus de Ourense. La fotografía es el medio técnico expresivo que une los caminos de la joven Barreiro, que está dando sus primeros pasos en exposiciones, y al comisario, un joven ya maduro en estas lides, quien lleva comisariadas más de cien en Galicia y Portugal, o incluso Brasil, con actividad de profesor de curaduría en el Máster de fotografía artística en Porto y Lisboa, y docente en o Barco de Valdeorras.

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Seleccionado por el profesor Buxán Bran, de la facultad pontevedresa de BB.AA., es la décimo primera propuesta del conocido y prestigioso proyecto universitario “Estado crítico 12 curador*s 12 artistas”, que dirige con la inestimable presencia de Filemón Rivas en Ourense. Para ello ha elegido a la canaria-viguesa Débora Mascaró Barreiro (Las Palmas de Gran Canaria, 1993) y juntos presentan “Ocupar un corpo”. Son sus obras una variante del proyecto de fondo, Ser un cuerpo, en el que trabaja desde hace un par de años, iniciado en A Estrada con “Te gusta el rosa o el azul”, su primera exposición individual. Su interés por las tribus urbanas desde la ropa como identificador, tras los estudios en BB.AA., Pontevedra, haciendo el TFG en 2015, dirigido por el profesor valenciano Tejo Veloso, especializado en fotografía y performance. El libro de este, “El cuerpo habitado: fotografía cubana para un fin de milenio”, apunta la dirección del interés de la alumna, quien siguió su camino con varios Másteres, finalizados en 2017, centrándose ahora en su tesis.

Barreiro comenzó analizando la identidad de género desde la dicotomía y/o binario, para acercarse hacia jóvenes efebo/as semidesnudo/as, en afectadas poses, con una mirada soft/blanda, una búsqueda que se mueve hacia la expresión del concepto de las variantes sexuales marginales. Su tema central es la presentación de microespacios vacíos en los que ciertas personas aguardan el encuentro sexual fortuito. Para ello los coloca en actitud de espera, reproduciendo sus figuras en tamaño natural, en la línea de “clientes que seducir” de la cultura de la “modernidad líquida”, tesis del filósofo Bauman. Van entre telas colgadas para generar sensación de ocultamiento desde lo laberíntico de minorías sexuales, mostrando lo Queer/raro-a, y el peso e influencia del porno en los jóvenes, al que fían sus modelos o roles. “¡Ay mísero de mí! ¡Y ay infelice!/ Apurar, cielos, pretendo / ya que me tratáis así,/ qué delito cometí contra vosotros naciendo;/ aunque si nací, ya entiendo/ qué delito he cometido”, decía  el protagonista de Calderón de la Barca en “La vida es sueño”, cuestionándose sobre el sentido de la vida. La joven fotógrafa expone un trabajo centrado en los márgenes sociales, sabedora de que el tema se opone a los estereotipos, desde un fotodocumentalismo que es un fotoconceptualismo, con una espectacular instalación para la puesta en escena, ejecución sobresaliente con un guiño de provocación desde la foto del cartel, la quinta de la muestra, apenas visible en la sala.

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