El lenguaje lúdico y trágico de la artista Paula Rego llega al Museo Reina Sofía

   El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía presentó hoy una  exposición retrospectiva dedicada a la artista portuguesa Paula Rego (1935). Reúne 89 pinturas, más de 40 aguafuertes y litografías, 5 libros y 64 dibujos, muchos de los cuales son estudios para pinturas y grabados que aclaran en gran medida el lenguaje lúdico y trágico, y el proceso a través del cual resuelve sus pinturas. A la inauguración acudió el ministro de Cultura, César Antonio Molina.

   En rueda de prensa, Paula Rego declaró que era un "honor" estar en el Reina Sofía y reconoció que con esta retrospectiva ha visto pasar su vida por delante de sus ojos.

   Asimismo, recordó cuando visitó por primera vez el Museo del Prado, junto a su marido, quedó impresionada por las grandes pinturas que albergaba la Pinacoteca Nacional, cuyas imágenes de Ribera, Goya o El Greco "han quedado para siempre en mi cabeza", confesó.

   En este sentido, el historiador del arte y comisario Marco Livingstone, indicó que Paula Rego "parecer formar parte de la gran familia de artistas del Museo del Prado", y citó A Ribera, Zurbarán o El Greco como inspiradores de su obra.

   En palabras de la presidenta del Patronato del Reina Sofía, Pilar Citoler, el Reina Sofía pretende llenar "un vacío" de conocimiento en España sobre la obra de esta artista reconocida internacionalmente y que está presente en las principales colecciones de arte contemporáneo.

  Asimismo, agradeció la "gran idea" de la ex directora, Ana Martínez de Aguilar, de traer al Reina Sofía la obra de esta artista que vincula de manera inusual lo "cómico y lo trágico".

   REVISIÓN COMPLETA  

   Así, con esta exposición, abierta hasta el 30 de diciembre, el Museo Reina Sofía ha querido realizar una revisión completa de la obra de Paula Rego en todas las técnicas que utiliza: pintura, grabado, collage y dibujo.

   Con un recorrido cronológico, esta muestra refleja los hitos de la trayectoria de la artista a través de importantes grupos de obras de cada período. El recorrido comienza con una 'Life Painting' (Pintura del natural) realizada cuando aún estudiaba en la Slade, en 1954, y continúa con las pinturas y collages políticos alimentados por su crítica hacia el régimen de Salazar realizados en la década de los 50 y principios de los 60.

   Tras una pausa en la que se centró en su vida familiar, el montaje se reanuda a principios de los 80 con obras de gran formato y fluida ejecución, pintadas en acrílico sobre papel, como 'El mono rojo pega a su mujer', de 1981, en la que animales que recuerdan a los cuentos infantiles recrean dramas humanos.

   Livingstone resaltó el importante cambio que se produjo en su obra en 1986 con la secuencia sin título de imágenes de 'Niña y perro', a la que siguieron pinturas tan relevantes como 'Las criadas', 1987 (inspirada en la obra de Genet), 'La hija del policía', 1987 o 'La familia'.

   En la última sección, y quizá la más atractiva, se presentan los pasteles de gran formato que el comisario Marco Livingstone destacó y aseguró que "nadie en la historia del arte ha sido capaz de utilizar el pastel de esta manera", bien sobre madera o en aluminio.

   También destacó sus Avestruces bailarinas de Fantasía de Disney, 1995, obras de la secuencia 'El crimen del padre Amaro' de 1997-1998, ejemplares de la serie Aborto de 1998-1999, y obras capitales de 2000-2003 inspiradas en varias fuentes literarias incluidas Jane Eyre, de Charlotte Brontë, La Metamorfosis de Franz Kafka, historias de Hans Christian Andersen y la desgarradora obra de Martin McDonagh, El hombre almohada, que casualmente, se representa en estos momentos en el Círculo de Bellas Artes.

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