El abogado gallego Manel Loureiro, autor de Apocalipsis Zombie, ha regresado con la segunda parte, Apocalipsis Z. Los días oscuros (Plaza Y Janés) y ha asegurado que los zombis son un reflejo de lo que nosotros podemos llegar a ser como sociedad.
El escritor, que ha presentado hoy su libro en Sevilla, ha reconocido que el zombi o no muerto, como le gusta llamarle, es el único personaje clásico de terror con el que no puedes razonar ni negociar, sólo puedes huir.
Así, ha explicado, puedes intentar combatirlo, pero es inútil, porque te superan en número siendo de esta forma el único monstruo que nunca pierde.
Para Loureiro, es un poco la cristalización de nuestros miedos y ha señalado que aparecen normalmente en periodos de crisis: en los 70, con la crisis del petróleo, a principios de los 80, con la primera crisis económica que hubo, y ahora otra vez y con muchísima fuerza, ya que, para él, es un reflejo de los temores que tenemos como sociedad.
Con este argumento, el autor elabora en Los días oscuros la continuación de su primer libro, donde los personajes se ven obligados a enfrentarse a las dificultades que ellos pensaban que habían dejado atrás ya que los cuatro supervivientes, refugiados en Canarias, tienen que volver a la península en busca de medicamentos.
Me gustaba la idea de Canarias tanto por su aislamiento como por el hecho de ser un espacio reducido ya que, como ha considerado, siempre dan lugar a situaciones mucho más angustiosas.
Ha argumentado que lo más complicado en una novela de terror es conseguir crear el clima de angustia necesario para que el lector se lo crea, lo cual es mucho más fácil cuando lo haces en un espacio cerrado donde no tienes escapatoria.
Pese a ello, ha reconocido que los zombies son una excusa, ya que el argumento le sirve para narrar cómo sería una sociedad que de repente se cayese y fuese una cosa totalmente distinta a lo que conocemos, con lo cual nos daríamos cuenta de qué es lo importante.
Con un final abierto, el abogado gallego, que ha especificado que se encuentra abrumado por el éxito que obtuvo la primera novela, ha adelantado que su intención es hacer una trilogía, si los lectores y la editorial lo consideran oportuno, aunque ha especificado que sólo quiere que sean tres libros, puesto que si fueran más se perdería el hilo de la novela.
Así, ha explicado, puedes intentar combatirlo, pero es inútil, porque te superan en número siendo de esta forma el único monstruo que nunca pierde.
Para Loureiro, es un poco la cristalización de nuestros miedos y ha señalado que aparecen normalmente en periodos de crisis: en los 70, con la crisis del petróleo, a principios de los 80, con la primera crisis económica que hubo, y ahora otra vez y con muchísima fuerza, ya que, para él, es un reflejo de los temores que tenemos como sociedad.
Con este argumento, el autor elabora en Los días oscuros la continuación de su primer libro, donde los personajes se ven obligados a enfrentarse a las dificultades que ellos pensaban que habían dejado atrás ya que los cuatro supervivientes, refugiados en Canarias, tienen que volver a la península en busca de medicamentos.
Me gustaba la idea de Canarias tanto por su aislamiento como por el hecho de ser un espacio reducido ya que, como ha considerado, siempre dan lugar a situaciones mucho más angustiosas.
Ha argumentado que lo más complicado en una novela de terror es conseguir crear el clima de angustia necesario para que el lector se lo crea, lo cual es mucho más fácil cuando lo haces en un espacio cerrado donde no tienes escapatoria.
Pese a ello, ha reconocido que los zombies son una excusa, ya que el argumento le sirve para narrar cómo sería una sociedad que de repente se cayese y fuese una cosa totalmente distinta a lo que conocemos, con lo cual nos daríamos cuenta de qué es lo importante.
Con un final abierto, el abogado gallego, que ha especificado que se encuentra abrumado por el éxito que obtuvo la primera novela, ha adelantado que su intención es hacer una trilogía, si los lectores y la editorial lo consideran oportuno, aunque ha especificado que sólo quiere que sean tres libros, puesto que si fueran más se perdería el hilo de la novela.
