María Zaragoza reflexiona sobre lo virtual y lo real en su nueva novela

No esconde la joven escritora María Zaragoza que su nueva novela, 'Los alemanes se vuelan la cabeza por amor', último premio Ateneo-Ciudad de Valladolid, surge de un sueño recurrente suyo en el que siempre aparece un mismo espacio físico, lo que le ha llevado a reflexionar sobre lo virtual y lo real.

En un encuentro con periodistas en Barcelona, la novelista ha explicado hoy que ha estado trabajando en esta historia sobre una nueva forma de existencia, propiciada por internet y las redes sociales, más de seis años, cortando, añadiendo y puliendo frases y palabras.

Asegura que siempre le han llamado la atención 'lo frágiles que son los límites entre lo virtual, lo imaginario y lo real y cómo al final está todo muy mezclado'.

En este sentido, reconoce que actualmente una persona 'puede crear lazos por internet con otra que pueden ser mucho más reales que con personas que tiene a diario a su lado o con las que suele ir a tomar una cerveza'.

La escritora madrileña, criada en Campo de Criptana (Ciudad Real), ha señalado que su novela, publicada por Algaida, gira en torno a una ciudad, construida con retazos de todas las civilizaciones, con una Plaza -en mayúsculas- en la que se reúne todo tipo de gente alrededor de unas mesas.

Los protagonistas del relato son un científico que descubre una droga que permite a quien la toma recuperar la memoria histórica y poder viajar al Tiempo que desee; un narrador, llamado Antonio, que es traductor; una pareja procedente de Londres, Basil (hijo de un terrorista del IRA) y Violet (una bailarina, que sufrió abusos de pequeña) y Anietta, hija de una mujer maltratada y que tiene como obsesión cambiar de país cada vez que se enamora.

También aparece un japonés llamado Takeshi, obsesionado con la premio Nobel birmana Aung San Suu Kyi, y Pelayo, un periodista que cubre guerras y que vuelve traumatizado del último conflicto que ha seguido, porque cree que ha perdido la capacidad de sentir.

Todos ellos conversan en esta plaza en busca de la solución a sus múltiples problemas.

Respecto al largo título de la obra, la escritora indica que surge de lo que ocurrió cuando Goethe publicó 'Las desventuras del joven Werther' y casi 2.000 lectores acabaron suicidándose por amor.

La novela, agrega, también tiene que ver con que 'todas las acciones que tomamos, por muy pequeñas que sean, tienen sus consecuencias, aunque nunca sepamos cuáles acabarán siendo'.

Nacida en Madrid en 1982, aunque reside en Campo de Criptana, María Zaragoza publicó sus primeros cuentos en el año 2000 y cuatro más tarde formó parte de la tercera promoción de la Fundación Antonio Gala, un hecho que la ha marcado de por vida, según destacaba hoy, y que la ha animado a continuar con el oficio de escritora.

Además del premio Ateneo-Ciudad de Valladolid, cuenta en su haber con el premio Ateneo Joven de Sevilla, que obtuvo en 2010 con 'Dicen que estás muerta'.

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