El Museo del Prado tenía su propia Mona Lisa, una copia de la obra del maestro italiano que llevaba colgada en las paredes del Museo desde hace 14 años, hasta que un estudio técnico con motivo de una exposición en el Louvre, desveló que el repinte negro que cubría el cuadro ocultaba un paisaje, realizado 200 años después.
Ayer el museo dio a conocer este hallazgo que hace concluir que la copia fue pintada en el taller de Da Vinci y fue una de las primeras en salir de su bodega. El cuadro comparado con el original presenta algunas diferencias pero lo más interesante es que demuestra que está hecho en el entorno de Da Vinci, probablemente por uno de sus ayudantes, Francesco Melzi.
