LITERATURA GALLEGA

Una poeta campesina anónima, ¿primera escritora de la literatura gallega moderna?

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photo_camera En la imagen, vista general de la casa donde vivió la desconocida poeta. (EFE)

Descubiertos los versos que escribió en la intimidad Nicolasa Añón Paz, hermana de Francisco Añón

Los versos desconocidos y ahora publicados de Nicolasa, una labradora de 'sacho' que apenas sabía leer ni escribir, pueden convertir a la hermana del ilustre Francisco Añón en la primera escritora en literatura gallega contemporánea, una petición trasladada a la Real Academia Galega.

Nicolasa Añón Paz (Boel-Outes, A Coruña, 1810), hija de labriegos acomodados y escritora en la intimidad, desempeñó durante toda su vida el oficio de "labradora-campesina", además de encargarse de las típicas tareas domésticas vinculadas en aquel entonces al quehacer de la etiquetada "mujer de su casa".

Una circunstancia vital que se hace patente en cada uno de sus escondidos versos a modo de 'captatio benevolentiae', un recurso que proporciona naturalidad, franqueza y espontaneidad a partes iguales a cada una de sus composiciones.

La obra de esta poetisa, hasta el momento oculta, tiene un valor y mérito añadido. Ella no corrió la misma suerte o fortuna que su segundo hermano, Francisco Añón, que estudió Filosofía y Teología en el seminario de Santiago de Compostela, además de licenciarse en Jusisprudencia en la universidad de esta misma ciudad, llegando a convertirse en un periodista y poeta acuñado como el "precursor del Rexurdimento".

En cambio, Nicolasa apenas instruyó y formó su mente en el campo del saber, incluso escribía su nombre con grandes dificultades, pero esto no le impidió componer mentalmente y rubricar unos versos señeros y característicos, aunque la pluma fuera deslizada por otro a lo largo y ancho del manuscrito.

Este escribano fue el maestro Jacobo Lema Fernández, transcriptor de la obra recogida ahora en el volumen 'Poesías de Nicolasa Añón' (Terra de Outes), un estudio del profesor y escritor Ramón Blanco, que por azar se encontró con el pergamino original hace casi dos años, el 7 de octubre de 2012, cuando presentaba en esta comarca coruñesa de Serra de Outes otro ejemplar titulado 'Vida y obra de Francisco Añón'.

Este último libro vio la luz en coincidencia con la conmemoración del bicentenario del nacimiento de este periodista y poeta que escribió en portugués, gallego y español en el siglo XIX.

Fue el hoy fallecido Francisco Martelo Blanco, más conocido como Pitilán, el artífice de este tropiezo fortuito, ya que en su haber se encontraba un "cuaderno artesanal, muy gastado y muy pequeño" que llenó de emoción e inspiración a Ramón Blanco, que, por aquel entonces, había perdido toda esperanza de localizar ese tesoro.

"Es el verso apagado", expone este filólogo. Apenas existía antes de esta obra información acerca de Nicolasa, ni siquiera una imagen que desdeñe y dibuje ese rostro que es todavía un enigma, igual que la historia de esta mujer, desvelada, "a duras penas" y con pequeños trazos, por autores como Carvalho Calero o Lisardo Barreiro.

En pleno 2014 ha visto la luz un ensayo centrado en las "coplas romanceadas" de Nicolasa Añón, una joya literaria para una biografía todavía en construcción.

Este documento inmortaliza una existencia dedicada a revitalizar la ancestral y milenaria lengua gallega, por lo que el presidente de la Asociación Cívico-Cultural Terra de Outes, Xan Mariño, considera que "es tiempo de ir pensando que la Real Academia Galega le dé a Nicolasa el lugar que le corresponde".

Decenas de niños de centros educativos han querido rendir su particular homenaje a esta poetisa ignota con la lectura e interpretación de algunas de sus coplas en la Casa da Cultura de Outes.

Son los honores más emotivos para esta artista "silvestre, rústica y agrícola", como se hacía llamar Nicolasa, que a través de un grito a lo tradicional engrandece la leyenda de la familia Añón.

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