El primer ministro portugués, José Sócrates, y el ministro español de Cultura, César Antonio Molina, inauguraron hoy con el Nobel José Saramago una exposición realizada en España sobre la vida y la obra del escritor.
Molina, que recordó su vieja y estrecha amistad con Saramago, le entregó una carta personal del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que éste le expresa su admiración y afecto, que el Nobel agradeció como una muestra de aprecio inolvidable.
En el acto de inauguración, Sócrates saludó al escritor como uno de los grandes nombres de la historia lusa por su labor en pro de la lengua y del prestigio nacional, le expresó su reconocimiento en nombre del gobierno y del pueblo portugués y dijo que con personalidades así se construye un país mejor.
Saramago, aun pálido y frágil pero recuperado de la grave neumonía que padeció a finales del año pasado, expresó su reconocimiento a la Fundación española César Manrique, de Lanzarote, que organizó la muestra y la presentó en noviembre pasado en esa isla del archipiélago canario.
El comisario de la exposición y director de la Fundación, Fernando Gómez Aguilera, que estuvo presente y a quien Saramago agradeció la gran labor de recopilación sobre su vida y su obra, dijo que el montaje había supuesto un gran esfuerzo, al que ayudó el gobierno luso, dados los muchos materiales, documentos y elementos multimedia de la muestra.
Saramago la visitó sólo una vez en Canarias, en silla de ruedas por su delicado estado de salud, y hoy volvió a recorrerla acompañado de varios ministros y personalidades de la cultura y la política lusa, entre ellas el ex presidente Mario Soares, y de la comunidad española en Lisboa.
El Nobel, que se declaró emocionado por la magnitud de la exposición y el público que le acompañaba, evocó algunas figuras de la literatura de su país, ensalzó la lengua portuguesa como la más bonita del mundo y animó a defenderla limpiándola como se hace con las mejores herramientas después de usarlas.
El escritor destacó también la carta que había recibido de Zapatero y lamentó que quizá haya alguien tan malevolente que la considere un pago por el apoyo que le expresó antes de las elecciones del mes pasado en España.
El ministro español de Cultura declaró que Saramago había leído con mucha emoción la carta del presidente del Gobierno, y dijo que, de haber podido, Zapatero también habría estado aquí, porque admira mucho a Saramago y a Portugal y le tiene un gran aprecio al primer ministro Sócrates.
En el texto, indicó Molina, Zapatero le dice al Nobel lo muy honrado que se ha sentido siempre leyendo sus libros, la gran admiración que le tiene y el gran ejemplo que siempre ha sido.
El ministro manifestó también su gran aprecio personal por el escritor, del que es amigo hace 25 años y considera uno de los mas grandes de la lengua lusa de todas las épocas.
Es también un escritor ibérico, un autor muy admirado, muy leído en España y en toda Hispanoamérica, agregó Molina que dijo estar presente en el acto tanto como ministro, como amigo y admirador de Saramago.
Molina expresó al intención de llevar a Madrid y otras capitales la exposición, compuesta por cientos de documentos, fotografías, vídeos, fragmentos de obras, publicaciones periodísticas y materiales interactivos que abarcan una amplia visión de los 85 años de vida del escritor.
Saramago, admitió estar impresionado por el exhaustivo repaso de su existencia que contiene la muestra, mayor aún en la versión de Lisboa que en la presentada en Canarias, y expresó su agradecimiento a todos con un obrigadinho, palabra con la cual, explicó, se dan las gracias desde más adentro del corazón.
En el acto de inauguración, Sócrates saludó al escritor como uno de los grandes nombres de la historia lusa por su labor en pro de la lengua y del prestigio nacional, le expresó su reconocimiento en nombre del gobierno y del pueblo portugués y dijo que con personalidades así se construye un país mejor.
Saramago, aun pálido y frágil pero recuperado de la grave neumonía que padeció a finales del año pasado, expresó su reconocimiento a la Fundación española César Manrique, de Lanzarote, que organizó la muestra y la presentó en noviembre pasado en esa isla del archipiélago canario.
El comisario de la exposición y director de la Fundación, Fernando Gómez Aguilera, que estuvo presente y a quien Saramago agradeció la gran labor de recopilación sobre su vida y su obra, dijo que el montaje había supuesto un gran esfuerzo, al que ayudó el gobierno luso, dados los muchos materiales, documentos y elementos multimedia de la muestra.
Saramago la visitó sólo una vez en Canarias, en silla de ruedas por su delicado estado de salud, y hoy volvió a recorrerla acompañado de varios ministros y personalidades de la cultura y la política lusa, entre ellas el ex presidente Mario Soares, y de la comunidad española en Lisboa.
El Nobel, que se declaró emocionado por la magnitud de la exposición y el público que le acompañaba, evocó algunas figuras de la literatura de su país, ensalzó la lengua portuguesa como la más bonita del mundo y animó a defenderla limpiándola como se hace con las mejores herramientas después de usarlas.
El escritor destacó también la carta que había recibido de Zapatero y lamentó que quizá haya alguien tan malevolente que la considere un pago por el apoyo que le expresó antes de las elecciones del mes pasado en España.
El ministro español de Cultura declaró que Saramago había leído con mucha emoción la carta del presidente del Gobierno, y dijo que, de haber podido, Zapatero también habría estado aquí, porque admira mucho a Saramago y a Portugal y le tiene un gran aprecio al primer ministro Sócrates.
En el texto, indicó Molina, Zapatero le dice al Nobel lo muy honrado que se ha sentido siempre leyendo sus libros, la gran admiración que le tiene y el gran ejemplo que siempre ha sido.
El ministro manifestó también su gran aprecio personal por el escritor, del que es amigo hace 25 años y considera uno de los mas grandes de la lengua lusa de todas las épocas.
Es también un escritor ibérico, un autor muy admirado, muy leído en España y en toda Hispanoamérica, agregó Molina que dijo estar presente en el acto tanto como ministro, como amigo y admirador de Saramago.
Molina expresó al intención de llevar a Madrid y otras capitales la exposición, compuesta por cientos de documentos, fotografías, vídeos, fragmentos de obras, publicaciones periodísticas y materiales interactivos que abarcan una amplia visión de los 85 años de vida del escritor.
Saramago, admitió estar impresionado por el exhaustivo repaso de su existencia que contiene la muestra, mayor aún en la versión de Lisboa que en la presentada en Canarias, y expresó su agradecimiento a todos con un obrigadinho, palabra con la cual, explicó, se dan las gracias desde más adentro del corazón.
