La UNESCO dice que en Altamira escuchará primero a la comunidad científica

La responsable del Programa de Prehistoria de la UNESCO, Nuria Sanz, ha rehusado hoy entrar en el debate sobre si la cueva de Altamira puede o no reabrirse al público, y ha recalcado que si eso supone algún riesgo este organismo escuchará en primer lugar a la comunidad científica.

'Creemos que la accesibilidad (a los testimonios de arte rupestre) no solo puede ser física. Si estamos pensando en las generaciones futuras y la comunidad científica estima que hay algún riesgo, es a esa comunidad a la que el Comité de Patrimonio Mundial primero escucha', ha señalado a Efe Nuria Sanz en Altamira, donde ha asistido a la inauguración de un foro sobre patrimonio.

La cueva de Altamira, la primera muestra de arte rupestre prehistórico en ser descubierta (1879) y una de las obras cumbres del Paleolítico, permanece cerrada al público desde hace nueve años, para frenar el deterioro que estaban sufriendo sus pinturas.

En la actualidad, el Ministerio de Cultura está valorando si es viable que la cueva admita de nuevo visitantes, a petición del Gobierno de Cantabria, que en los últimos años se ha mostrado partidario de que el público pueda contemplar sus famosos bisontes, si eso puede compaginarse con su preservación.

La última decisión que tomó al respecto el Patronato de Altamira fue constituir un comité internacional de expertos para que determine si se dan las condiciones para reabrir la cueva y con qué límites.

Preguntada sobre este asunto, Sanz ha dicho que la UNESCO es 'respetuosa' con la gestión que está haciendo el Gobierno de España en Altamira, que no solo es un bien 'magnífico' inscrito en la lista del Patrimonio Mundial desde 1985, sino también un yacimiento 'enormemente complejo de conservar', ha recordado.

'Pero lo que creo que ilustra especialmente bien el caso de Altamira y el de Lascaux (también cerrada al público por el deterioro de sus pinturas) es que hay muchos acercamientos igual de significativos que una visita a la cueva en sí misma', ha añadido.

Para Nuria Sanz, tanto Francia como España están demostrando en Altamira y Lascaux 'que se toman muy en serio el respeto por sus sitios y la Convención de Patrimonio Mundial'.

Por su parte, la subdirectora general de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, Ángeles Astrué, presente en el mismo foro, ha recalcado que en casos como el que plantea Altamira 'hay que depositar toda la confianza en los científicos, que son los que pueden decir lo que necesita la conservación de un patrimonio tan frágil'.

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