El campo de O Aguillón albergó durante tres décadas infinidad de recuerdos, anécdotas y éxitos deportivos que quedarán guardados en la memoria de los aficionados del Rúa, que disputó ante el Nogueira su último partido antes de que el campo pase a ser historia.
Domingo 7 de junio, 20,00 horas, una mezcla de alegría, emoción y tristeza se vivía entre los aficionados rueses ya que por un lado celebraban el pase de su equipo a la final de Copa Diputación y por otro el haber sido testigos del último encuentro en el campo de O Aguillón.
El Rúa, fundado el 19 de marzo de 1969, comenzó jugando las primeras Ligas en el colegio Pablo VI, hasta que el primer presidente de la Xunta, el también rués José Quiroga, inició las gestiones para hacer un nuevo cam po en la zona conocida como el Malecón. Sobre ese terreno ganado al embalse se hizo un cercado de bloques y los vestuarios que fue lo que marcó los primeros cinco años de O Aguillón. Al llegar el ex jugador José Vicente Solarat a la alcaldía se hizo la tri buna y en 1993 la primera remodelación del terreno y las gradas.
30 años después, el cierre del campo que impedía la expansión y conexión con el parque natural de O Aguillón se convertirá en un espacio público ocupado por árboles, un entorno biosaludable para la gente mayor y un parque infantil. Quedará como recuerdo la mitad de la tribuna que servirá como graderío para auditorio o fiestas. A escasos metros, el Rúa podrá estrenar la próxima campaña un nuevo campo de hierba sintética. A buen seguro que más de uno girará su cabeza para recordar que por O Aguillón pasaron generaciones de futbolístas, equipos consagrados y que el día de su despedida hasta el cielo se entristeció, porque fue una tarde gris y lluviosa.
El Rúa, fundado el 19 de marzo de 1969, comenzó jugando las primeras Ligas en el colegio Pablo VI, hasta que el primer presidente de la Xunta, el también rués José Quiroga, inició las gestiones para hacer un nuevo cam po en la zona conocida como el Malecón. Sobre ese terreno ganado al embalse se hizo un cercado de bloques y los vestuarios que fue lo que marcó los primeros cinco años de O Aguillón. Al llegar el ex jugador José Vicente Solarat a la alcaldía se hizo la tri buna y en 1993 la primera remodelación del terreno y las gradas.
30 años después, el cierre del campo que impedía la expansión y conexión con el parque natural de O Aguillón se convertirá en un espacio público ocupado por árboles, un entorno biosaludable para la gente mayor y un parque infantil. Quedará como recuerdo la mitad de la tribuna que servirá como graderío para auditorio o fiestas. A escasos metros, el Rúa podrá estrenar la próxima campaña un nuevo campo de hierba sintética. A buen seguro que más de uno girará su cabeza para recordar que por O Aguillón pasaron generaciones de futbolístas, equipos consagrados y que el día de su despedida hasta el cielo se entristeció, porque fue una tarde gris y lluviosa.
