Ahí están las máquinas del ascenso

Clara Prieto (izquierda) y Lucía Méndez (derecha) tras lograr el ascenso con el Almería en Inca.
photo_camera Clara Prieto (izquierda) y Lucía Méndez (derecha) tras lograr el ascenso con el Almería en Inca.
Las ourensanas Lucía Méndez y Clara Prieto fueron protagonistas de una gesta “inolvidable” con el Almería, que subió a la segunda categoría nacional

El CB Almería logró el domingo en Inca (Mallorca) el ascenso a la segunda categoría del baloncesto femenino nacional, a la Liga Challenge, y lo hizo con doble cuota de protagonismo ourensano.

Lucía Méndez, pieza clave en el club desde hace tres temporadas, lo fue también para llevar al equipo a Clara Prieto: “La entrené cuando ella tenía 7 años (Salesianos) y nuestro entrenador la tuvo con él en el Celta. Me hacía mucha ilusión que viniese y ha sido súper bonito para las dos vivir algo así juntas”.

“Ha sido un privilegio jugar con ella y hacerlo en una temporada que ha terminado así”, dice la benjamina del equipo. En su primer año como jugadora sénior, Clara Prieto se lleva en el zurrón momentos complicados de repetir: “Ya veremos lo que me depara el futuro. Ojalá pueda volver a estar en fases de ascenso y que acaben así, es lo más bonito que he vivido nunca. He jugado campeonatos de España, pero esto es lo más chulo, con mucha diferencia”.

Lucía Méndez es el mejor ejemplo de lo complicado que es vivir fines de semana así. Para ella el ascenso tiene un significado todavía más importante: “Esta era mi octava fase de ascenso y no había ascendido nunca. Era algo muy deseado e incluso he dicho siempre que cuando ascienda me iba a retirar”. Pero… “No puedo negar que ahora me pica mucho la idea de jugar el año que viene el Liga Challenge. Si lo hago habré jugado en todas las categorías y ese es un reto más para mí”. Y añade: “No me imagino la vida sin el baloncesto y después de lo que acabamos de vivir, menos todavía. Esto lo recordaré siempre”.

Una canción, un himno

Cuatro días y cuatro partidos a cara o cruz. Un montón de momentos inolvidables, pero si tienen que quedarse con uno, las dos coinciden. Y es fuera de la cancha: “Fue todo muy bonito, pero además lo hicimos bonito nosotras. Cada partido llegábamos al pabellón con la canción ‘El fin del mundo’ sonando a todo volumen. El día del partido clave a ellas (el equipo anfitrión) había muchísima gente esperándolas fuera del pabellón. Y ahí llegamos nosotras, con la música y nos pusimos a bailar y cantar, todo el párking a coro”. Y lo completa Prieto: “La definición de equipo hemos sido nosotras. Siempre hemos estado unidas y nos hemos ayudado cuando hemos tenido problemas. La convivencia ha sido increíble y algo clave para lograr este ascenso”.

Tanto que “todavía no acabo de creerme que lo hayamos logrado”, dice Lucía Méndez. “Lo primero que hice cuando llegamos a casa fue ponerme el partido otra vez y no me acaba de creer que esa jugadora que estaba ahí fuese yo”.

Les quedan todavía días para celebrarlo y recepciones institucionales antes de despedirse como equipo. La temporada que viene no todas seguirán en el CB Almería: “No sé lo que pasará. A mí me gustaría quedarme, pero también tengo que pensar en compaginarlo con la universidad. Lo que tengo claro es que tengo que ir año a año e intentar seguir mejorando como jugadora”.

Tanto Clara Prieto como Lucía Méndez pueden presumir de ascenso, pero además lejos de casa y con otra ourensana en el vestuario. Ahí queda eso.

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