TERCERA DIVISIÓN

El Alondras vence en la penumbra

photo_camera Karim aguanta el balón ante los jugadores del Alondras.

Un gol de cabeza del centrocampista Rubén en la segunda parte le valió al equipo de Cangas para llevarse los tres puntos ante un romo Barbadás 

Dice el eslogan de un anuncio televisivo que sin gol no hay fútbol, a lo que se le puede añadir que tampoco victorias. Y es el que el Barbadás lleva un gol a favor en los últimos cinco partidos de liga, lo materializó el centrocampista Luis González de falta directa la pasada jornada, y así resulta muy complicado poder llevarse los tres puntos para casa. Además la estrategia en las jugadas a balón parado, que era el fuerte de los azules parece haberle dado también la espalda. Para muestra una falta que remataron primero Iago Quintairos al palo y el rechace lo mandó Vieytes al larguero. Sin delanteros goleadores y sin la estrategia de su parte los partidos son cada vez una cuesta más empinada para subir.

Ante el Alondras, más de lo mismo. La primera parte fue para olvidar, sin ocasiones que destacar salvo las que propiciaban los errores defensivos, como el del vigués Toni que despejó mal y se la entregó a Cristian que cedió para Karim y no acertó ante el meta visitante Martín. Lo de más, lo de siempre,mucha lucha en el centro del campo y escasez absoluta de ocasiones salvo la que propiciaban las faltas, una de Luis González para los de casa o un remate del visitante Rubén que se fue fuera.

Cambio de decorado

Como si los propios jugadores se dieran cuenta de lo que habían hecho en la primera parte, decidieron quitarse el corsé. Los azules salieron desmelenados y en tres minutos tuvieron más ocasiones que en los 45 anteriores. La primera fue para Hugo Garcia que encaró al meta Martín pero no acertó a superarle, aunque el rechace le cayó a él de nuevo que a puerta vacía mandó incomprensiblemente fuera. La siguiente fue la mencionada de Quintairos y Vieytes, que salvaron el palo y el larguero. Y como las desgracias nunca vienen solas, una falta que sacó Leiro la mandó Rubén al fondo de la portería local. Fue el 0-1 que sería definitivo.

De ahí al final, balones colgados sin peligro por parte local en un partido al que la poca luz que tienen ante el gol se le unió la nefasta visibilidad de Os Carrís para jugar un partido en horario nocturno.

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