El Antela empieza a ser el Antela (1-3)

Adrián Presas, el “10” del Atlético Arnoia, estira la pierna para controlar la pelota.
photo_camera Adrián Presas, el “10” del Atlético Arnoia, estira la pierna para controlar la pelota.
Los limianos, tras un cuarto de hora inicial muy mejorable, encadenan la segunda semana puntuando al superar a un Arnoia metido en un laberinto

El derbi de A Queixeira se fue para Xinzo. El Antela conquista la primera victoria. Han tardado en sumar puntos los limianos, que poco a poco empiezan a parecerse al equipo que tan bien lo hizo la temporada pasada. De paso, los de Óscar Sabucedo soltaron el cartelito de último clasificado, ahora a costa de un Arnoia metido en un laberinto del que le va a costar salir. Porque dar tantas facilidades es complicado, todas sus opciones se marcharon en el primer cuarto de hora, en el que sí fue mejor. Cinco derrotas en seis partidos es una muy mala hoja de resultados.

A todo tren salieron los de Vilachá, que antes del primer minuto ya habían lanzado desde la esquina, cuatro veces antes del décimo. Y si no desde la banda, que en este campo es prácticamente lo mismo. Al tercero debió haber alterado el marcador el conjunto local, la peinada en el primer palo a raíz de un saque de esquina le llegó de una forma inmejorable a Charli, que solísimo en el segundo cabeceó arriba. No iba a tener otra igual el Arnoia. Porque con el aviso se pusieron las pilas los defensores visitantes, despiertos para abortar el remate de Alfredo después del enésimo balón parado.

No se había llegado al cuarto de hora y Arce había ganado la línea de fondo con demasiada facilidad, solo que no hubo quién rematase la pelota que puso. De nuevo Charli lo rondó, conducción y pelotazo cruzado que se perdió muy cerca del poste.

Le costaba salir al Antela, no enganchaba dos, tres pases seguidos que le posibilitasen dejar en nada la presión del Arnoia. Hasta el minuto veintiocho no llegó el primer lanzamiento, el pelotazo de Nogueiras no hizo daño. Tampoco el de Poli Romero siete más tarde, pero al menos ya no se dedicaban únicamente a defender los blanquinegros, en Arnoia de rojo y negro.

Se acercaba el descanso cuando Tumbeiro, arrinconado junto al banderín por dos defensores, salió de la trampa con un caño que depositó la pelota en el vértice derecho del área, prolongada llegó a Carlos Villar, que resolvió muy bien. El 0-1. Y todavía pudo haber llegado el segundo, el remate de Breixo fue rechazado por la parte externa del poste.

La tarea se tornó más sencilla para el Antela a los diez minutos del segundo tiempo, a Poli Romero le facilitó mucho la tarea el resbalón de Marco Vázquez. Encaró al guardameta y le colocó la pelota a su izquierda. Doble cambio acto seguido en el Arnoia. De poco sirvió, los locales anduvieron desaparecidos durante muchos minutos, con los limianos haciendo y deshaciendo. Poco menos de media hora quedaba y a Vilachá no le quedaban ya sustituciones, era un todo o nada.

Y lo cierto es que una pequeña luz sí se encendió, Marco Vázquez acertó a cabecear una pelota desde la derecha de Lucas. Se jugaba el minuto 75, tiempo había pues. Tiempo para apañar el tercero, Peral, en la primera pelota que tocó, aprovechó la indecisión entre Arbo y el portero, que si vas tú, que si voy yo.  Ahí murió el partido, en el 77. Buscó el Arnoia el gol que le metiese el partido, pero sin ideas, con demasiado pelotazo frontal, fácil para los defensores. Y así hasta el 97, cuando el árbitro pitó el final.

Negro panorama, al paso por la mitad de octubre cuatro de los cinco últimos clasificados son ourensanos, una ruina. Menos mal que queda mucho.

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