BALONCESTO

El COB asusta y tritura rivales

Partido de liga baloncesto en el Pazo (JOSÉ PAZ)
photo_camera Partido de liga baloncesto en el Pazo (JOSÉ PAZ)

El equipo ourensano destrozó a un Melilla al que llegó a ganar por 32 puntos de diferencia y se confirma como líder de la LEB Oro y candidato al ascenso

El COB hace tiempo que dejó de amenazar para convertirse de pleno derecho en candidato a todo esta temporada en la LEB Oro. El líder de la liga no se toma días libres. Tritura rivales al tiempo que mejora un juego que en cada cita precedente ya imponía respeto. Una espiral ascendente de baloncesto, ambición y victorias con final apasionante. La Liga ACB es una meta todavía lejana pero es imposible no pensar en ella y cada semana con más convencimiento.

Ayer le tocó al Melilla agachar la oreja. Como más duele, queriendo en cada momento pero teniendo que convivir con una permanente sensación de impotencia. Zarandeado en la ida en la segunda mitad y en la vuelta durante tres cuartos. El COB le tiene tomada la medida, o sencillamente es mejor equipo. Al menos juega mejor, mucho mejor.

Y es que los ourensanos empiezan a convertir en hábito lo excepcional. Ganar por demolición a equipos de cualquier jerarquía. Tiran de chistera para enamorar con su baloncesto y recurren a la ilusión para estrujar desde la defensa cuando el contrario se empeña en emplear resistencia.

El Melilla aguantó un cuarto. Malvivió de ocho puntos consecutivos de Joan Tomás mientras los locales no apretaron en defensa. Fieler anuló el mano a mano inicial con el alero norteafricano y con la entrada en pista de Rejón y Suka-Umu se disparó la diferencia.

El pívot mostró galones y calidad en cada balón que tocó y el alero sencillamente fue la clave del partido. Desde que pisó la pista el COB fue otro. Defendió mejor, corrió más y creció en confianza y acierto. Un 7-0 para terminar el primer cuarto y un 12-0 al inicio del segundo para disparar la ventaja. Al descanso, partido resuelto y ya con todos los jugadores aportando.

Se estrenaron en el Pazo Darien Brothers y Aaron Geramipoor y tampoco desentonaron. El escolta tiene nivel para ser pieza clave en el equipo y el pívot debería ser una rotación fiable para un Busma cada vez un palmo más arriba en su juego y presencia física.



Demostración de suficiencia

La segunda mitad fue un trámite para la clasificación. El COB no regala una defensa y estiró todavía más la goma desde el primer ataque. Liderato al zurrón y afición encantada. Tocaba reclinarse y disfrutar del recital.

Rivero, Arco, Suka-Umu... uno detrás de otro. Fácil contra la defensa individual y con criterio contra la zonal. No había partido.

La única reacción del Melilla llegó mediado el tercer cuarto. Un parcial de 0-6 y tiempo muerto de Gonzalo García de Vitoria. En la salida, un mate, un triple y una nueva demostración de equipo poderoso. Sin miedos.

La ventaja llegó a ser de 32 puntos y quedaron casi cinco para que Cristian Iglesias participase de la fiesta y se le uniese al final Martín Rodríguez.

Fue el epílogo a un cortometraje de 20 minutos en los que el COB volvió a poner sobre la mesa sus poderes. El juego y la falta de dependencias que le harán llegar el viernes a Palencia como líder. Salir de allí en el mismo puesto empezaría a sonar a cambio de turno. Soñar es casi una obligación con este equipo.

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