El Arenteiro no tiene freno. En la lluviosa y fría noche de ayer pasó por la piedra al Sabadell, al que derrotó por dos goles a cero y certificó una jornada más las palabras del vestuario verde que semana sí y semana también mantienen el discurso de que este equipo tiene margen de mejora. Con los resultados y juego que practican a ver quién es el valiente que les lleva la contraria. Y ellos a lo suyo.
El algodón no engaña. Quince jornadas disputadas y los de Javi Rey, sin hacer ruido, están situados séptimos en la clasificación con 23 puntazos y a tres, sí, a solo tres de jugar la promoción de ascenso. La grada de Espiñedo se ha acostumbrado tanto a las victorias que casi ni las celebra y una victoria como la de ayer, ante un equipo histórico ya está dentro de la normalidad más absoluta.
El partido comenzó con tranquilidad. Los de casa, sin prisa, no tienen necesidad ni urgencias. Los catalanes, que si las tienen, timoratos, más pendientes de defender y no encajar que de buscar la portería contraria. Y en esas andábamos cuando al cuarto de hora, primer aviso. Centro de Pibe y remate de cabeza de Luis Chacón, que estaba solo, pero la picó demasiado y se marchó arriba. No suele perdonar esas el de Pontedeume.
Con el paso de los minutos el equipo de Óscar Cano se estiró y llegó bien en el 25. El buen centro de Carrión lo remató Manel Martínez, pero apareció Diego García para evitar el tanto. Y solo tres minutos más tarde, segundo aviso visitante. Esta vez fue Javi Moreno, que cada semana que pasa va a más, el que evitó el gol tras la vaselina de Nando García. Con un disparo de Esquerdo que detuvo Ortolá y un remate de Cristian Herrera que se le fue fuera por poco, pensábamos que se iba a acabar la primera parte. Pero se juntaron otra vez los jugones Pibe y Chacón para dinamitar el marcador. Minuto 42. Centro desde la derecha del argentino de Cambados y remate del pequeño y hábil ferrolano para hacer el 1-0.
En la segunda parte, con el campo más pesado por la intensa lluvia, era más difícil jugar y circular. El Arenteiro esperaba ante un Sabadell obligado por su clasificación a buscar un gol. Apretaron los visitantes con dos disparos de Gualda, uno lo detuvo Diego y otro se fue rozando el larguero y uno más de Manel Martínez que se fue al lateral. Sí estas abajo es por algo y nada sale bien. Cuando vas como el Arenteiro, todo sale a la perfección. Vicente Esquerdo cogió los mandos y dio otro recital demostrando que se le queda pequeña la categoría. Y aun por encima está bien acompañado, como quedó demostrado en el 2-0. Corría el minuto 70 cuando Pibe la cogió en banda derecha y en vez de avanzar hacia delante condujo en horizontal hasta la izquierda donde se la dejó a Álvaro Ramón que realizó un centro medido para que Manín, el revulsivo desde el banquillo la mandara al fondo de la red con una “delicatessen” marca de la casa. Quedaba mucho tiempo, casi media hora, pero el partido estaba finiquitado. El Sabadell ya estaba desesperado y los de Javi Rey, en su salsa. Cierto que los visitantes lo intentaron hasta el pitido final, pero una semana más no era su día.
Otra noche de locura en Espiñedo y ahora toca la Copa del Rey el miércoles. Y que llueva.
