Luis Bande e Ignacio García participan desde el sábdo en un raid solidario que llevan planificando desde hace diez años
No hay raid solidario sin representación ourensana. A la Panda Raid le siguió la Clío Raid organizada por Chus Puras y ahora toma el relevo la Oasis Raid. Luis Bande e Ignacio García estarán en Marruecos hasta el día 9 participando en una aventura que tiene como objetivo donar material de ortopedia y fisioterapia, material escolar y ropa de abrigo.
"Es una prueba más modesta que la Clío o la Panda. Esta es la tercera edición y solo estaremos 15 equipos", comenta Luis Bande. Él aporta la denominación de origen ouresana a la prueba. A su lado, el madrileño Ignacio García: "Somos amigos desde que teníamos ocho años". Y añade: "En una aventura así la amistad queda ya para toda la vida o se rompe para siempre". Bromea. "No vamos a discutir y si lo hacemos se nos pasará rápido", añade Bande.
La idea está macerada a conciencia: "Hace ya diez años que empezamos a plantearnos el participar en una aventura como esta. Había una muy similar en Mauritania y nos gustaba mucho. Consistía en comprar un coche viejo y hacer el raid con ese coche para entregarlo en el destino. El problema es que la situación política se fue complicando mucho allí y la descartamos totalmente".
La 'Oasis Raid' les descartó la dudas: "Está organizada por gente de confianza, la seguridad parece total, el motivo solidario nos convence y tenemos muchas ganas de realizar esta aventura". Y reconoce que "por supuesto que todos los condicionantes de la raid son una excusa para ir a Marruecos y participar en una aventura como la que vamos a vivir".
La decisión final la tomaron en diciembre y el coche que eligieron un Seat Marbella del año 92. "No tiene de nada. No tiene ni aire acondicionado y las ventanillas se bajan mano. De camino a Algeciras se ponía a 120 cuando era en bajada y en las subidas no pasaba de 60. En la subida al Padornelo pensamos que se nos quedaba allí", explica el representante ourensano en la prueba.
En el coche, muletas, sillas de ruedas, colchonetas de rehabilitación, andadores... "hemos dejado sin meter cosas nuestra para meter todo el material posible. Si hemos elegido esta prueba en parte es porque la motivación solidaria es muy grande. Nos parece que estas cosas hacen más falta que otras que se llevan a veces".
García piensa lo mismo: "Es una aventura y tenemos muchas ganas de vivirla pero el principal alicientes es solidario".
Más de 3.500 kilómetros para cumplir un sueño que tienen dos amigos a los que ni siquiera les gusta del automovilismo. "Creo que he visto dos rallys en toda mi vida", dice Bande. "Vamos a ciegas y de mecánica sabemos ahora un poco más por lo que nos ha enseñado el mecánico que nos ha preparado el coche", añade.
La aventura está en marcha y lo más importante va dentro del coche. La amistad de los protagonistas y un material que para quienes lo reciban no tendrá precio.
