El parón para la temporada de sala es historia y el Barrocás regresó a la liga con un partido madrugador y a puerta cerrada. En Valencia, ante el Giner de los Ríos, se siguió el protocolo de respeto por las víctimas del incendio en Campanar. Después, cuando rodó la bola, se vio un partido igualado de principio a fin y decidido por detalles.
El Barrocás fue el primero en avisar y lo hizo con un gol de penalti córner que los colegiados anularon al entender que había juego peligroso de un jugador naranja. Respondieron los locales y lo hicieron con un tanto de penalti strock que transformó Alejandro Pitarch (1-0).
Todavía tuvieron tiempo los ourensanos para nivelar el partido antes del descanso, pero en esta ocasión el tanto no subió al marcador por estar fuera de tiempo.
La igualdad se mantuvo en la segunda mitad. Con el marcador en contra, el Barrocás dio incluso una vuelta más de tuerca y encontró recompensa. Jacobo Pérez ponía el empate en el marcador (1-1) y el equipo ourensano fue a por más. Tuvo ocasiones para completar la remontada, pero faltó definición.
El partido se decidió en un último cuarto de detalles y que favoreció a los locales. A tres minutos del final, Alejandro Pitarch marcaba el segundo tanto del Giner de los Ríos y que acabaría siendo el definitivo (2-1).
En los instantes finales el Barrocás volvió a acariciar el gol. En un penalti córner, un defensa sacó bajo palos una bola que ya había superado al portero.
“Nos volvemos con la sensación de que pudimos lograr algo positivo. Hemos hablado de que cuando entendamos que los partidos se ganan defendiendo, lograremos puntuar fuera de casa”, decía el técnico ourensano, Roberto Oliveira.
La próxima jornada será la del regreso al campo de Mariñamansa. El sábado, ante el Iluro barcelonés, una gran ocasión para ir definiendo una permanencia en la División de Honor B que no debería peligrar para el Barrocás.
