Sueños de Olimpia

Bebidas azucaradas, no; consolas y apuestas, sí

Cristiano Ronaldo, anunciando en en Mundial 2006 un producto del que ahora reniega.
photo_camera Cristiano Ronaldo, anunciando en en Mundial 2006 un producto del que ahora reniega.

Comenzó en 2021 la Eurocopa de fútbol 2020. Un torneo de sedes multinacionales, buena solución para no arruinar a un país y sobrellevar mejor la amenaza del covid-19.

Un torneo ya pródigo en anécdotas. Una de las más comentadas fue el feo detalle del futbolista luso Cristiano Ronaldo, secundado después por otros compañeros, contra uno de los patrocinadores del evento, la conocida marca de refrescos "Coca-Cola".

Ronaldo cambió las dos botellas dispuestas en la rueda ante los medios de comunicación por una de agua. "Agua sí, Coca-Cola no", añadió. Según sus partidarios, un gesto de atención hacia los más jóvenes y contra el abuso de las bebidas azucaradas.

Ya sabemos que la Coca Cola es tan beneficiosa para la salud como el tabaco. Otra cosa es que este fabuloso futbolista se crea por encima de la UEFA y sus mecenas. El ridículo es mayor si retrocedemos al Mundial de 2006, cuando el propio Ronaldo promocionaba el producto con una sonrisa.

La rotundidad de Cristiano para rechazar marcas no saludables para los jóvenes debería aplicarla a sus espónsores: los videojuegos "Konami" o las apuestas "Porker stars".

Recibir millones de empresas de lubricantes, de acererías, aerolíneas, empresas del motor; poseer un jet privado o una flota de bólidos, no es lo mejor para el medio ambiente o legar un planeta saludable a sus hijos. Demasiado ego para tan poca cabeza.

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