El Bosco firmó su peor partido en lo que va de temporada ante el Marín y confirmó que le va a costar lograr una permanencia para que la que quizá esté capacitado, pero con todos los jugadores dispobles. Por ahora, con muchas bajas constantes y algunas intermitentes, el nivel no da para ganar partidos de forma regular. Ayer, ni para competir.
“No tuvimos acierto ninguno en el tiro exterior y además estuvimos muy blandos en defensa. Fue nuestro peor inicio y luego no tuvimos opción alguna”, reconocía y resumía la entrenadora del equipo colegial, Raquel Salgado.
El primer cuarto fue un calvario para el Bosco. Una canasta de Preotu, un triple de Guerra y dos tiros libres, uno de Sima y otro de Kouadio. Y nada más. Siete puntos agravados por una debilidad defensiva que permitió al Marín jugar muy cómodo en ataque y lograr una renta que ya sería insalvable (7-26).
Demasiada diferencia entre dos equipos que la campaña pasada compartían categoría: “Tenía que ser un partido muy nivelado, pero somos un equipo muy joven y estamos viendo que cuando el partido no está de cara hacemos las cosas muy mal”. Mucho que ver en eso quizá tenga la ausencia, un partido más, del jugador llamado a dirigir al equipo, Jospe Cera.
Con el paso de los minutos del Bosco fue teniendo algo más de acierto, pero ya con el partido decidido y ante un rival que también llegaba a Os Remedios con bajas.
Toca pasar página y pensar en el segundo partido consecutivo en casa. El próximo sábado llega el Culleredo, pero antes queda una semana de entrenamientos en los que, según cuántos y cómo estén, el nivel debería ser mucho mejor al mostrado ayer.