El Campus encajó en Gernika una derrota más contundente en el marcador que por diferencia en el terreno de juego. El equipo ourensano exprimió y mereció más ante un líder que ha ganado los diez partidos que ha disputado.
Sin duda, el rival más exigente que ha tenido el Gernika en su campo y prueba de ello fueron los problemas que tuvieron para acercarse a la línea de ensayo visitante.
Hasta el descanso el Campus estuvo impecable en defensa y solo los errores en los últimos metros le impidieron tener el marcador de su lado. El único ensayo de Gernika lo logró gracias al empuje de la melé y un drop posterior le dio un 8-0 de renta que ya parecía excesivo para la diferencia que se podía ver en el campo.
Las lesiones y las bajas castigaban a un Campus que regaló demasiado en el touches y le impedía sacar premio a su esfuerzo y a su buen juego. La ventaja del Gernika llegó hasta el 13-0, pero el Campus mereció tener al menos opciones de puntuar y las apuró a 11 minutos para el final. Kalolo Tuiloma estuvo cerca y Santórum completó el trabajo con el primer y único ensayo de los ourensanos en la matinal (13-5). Taljard aprovechó la transformación para poner un 13-7 al que no están acostumbrados los líderes del grupo.
Los agobios solo le marcharon a dos minutos del final cuando Masuku aprovechó un tiro a palo que sellaba la victoria (16-7).
La próxima jornada será el 21 de febrero y recibirá en As Lagoas al Hernani, segundo clasificado. Otro rival exigente para un Campus que siempre es competitivo.