Pequeños en tamaño, pero muy grandes en ilusión y ganas. Es la gasolina que mueve el motor de los participantes más jóvenes de la San Martiño. La carrera de cativos volvió a dejar claro que el atletismo sigue teniendo mucho tirón en la base. Clubes y colegios trabajan día a día para tener un “granero” de deportistas que sientan pasión por correr. Lo primero y fundamental, pasarlo bien. Lo de competir ya irá llegando poco a poco. Y si no llega, tampoco pasa nada.
Aunque también hubo un cuadro de honor en esta 45 edición de la San Martiño. En lo más alto, Sergio Silva (Atlética Trega) que estableció una marca de 04:54 para cubrir el kilómetro y cuatrocientos metros de recorrido. A su vera, Roque Garrido (Independiente), segundo con su 04:58. Con el mismo tiempo completó el podio Aldán Limia (Independiente), que finalizó tercero.
En la categoría femenina, la más rápida fue Lara López (Ben Cho Shey), que aceleró hasta fijar una marca de 05:21. Alba Vasconcellos (Atlética Trega) fue segunda con 05:24, mientras que la tercera plaza la obtuvo Paula Álvarez (Independiente) con 05:25.
Y así un goteo de nombres que formó una lista de más de 1.200 niños y niñas que cruzaron la meta situada frente al pabellón de Os Remedios ante unos familiares entregados a la causa. Unos más cansados, otros más o menos satisfechos, pero todos fundamentales para que la gran fiesta del atletismo popular ourensano volviese a cerrar una exitosa edición. Con premio o sin premio, todos se fueron a casa con una sonrisa en la cara. Y a estas edades, es el mejor premio.
