Málaga fue desde el jueves el epicentro del baloncesto nacional. Cuatro días (casi cinco con la llegada de los primeros aficionados) donde la ciudad vistió sus mejores galas para albergar la Copa del Rey de baloncesto. Deporte de primer nivel al que hay que unirle el ambiente en las calles y el impacto económico que deja el turismo para comerciantes, hosteleros y la ciudad en general.
Es una apuesta. Jugártela a organizar un evento de esta magnitud, y tener la capacidad para pagarlo y que se desarrolle con normalidad.
Ourense espera en la línea de salida. Literalmente. El 29 de febrero y el 1 de marzo se disputará en Expourense el Campeonato de España de atletismo en pista cubierta. Estarán los y las mejores, con el extra que siempre supone que sea año olímpico.
La pista pasa por ser una de las mejores y más modernas del país. Habrá un gran nivel entre los competidores y Ourense asomará la cabeza con un par de unidades.
Pero además de un fin de semana deportivo, la ciudad se llenará. Una ventaja para todos. Ocasión de promoción inigualable con un Nacional que se televisará para todo el país. Ourense estará en el gran escaparate mediático. Una oportunidad que está prohibido desaprovechar.