Los pontinos siguen en la lucha por el ascenso gracias a un gol de Víctor Gallego en el añadido, tras un derbi donde el Verín dio la cara sin premio
El Ourense C.F. se agarra al sueño. Con suspense. Con sufrimiento. El equipo pontino sacó adelante un derbi en Verín en el que no estuvo bien. Creyó hasta el final, eso sí, y un gol de Víctor Gallego en el descuento les permite sumar tres puntos para seguir a la caza del ascenso directo. En el bando local, decepción. Palo gordo para un Verín que, si bien un empate no les arreglaba demasiado, peleó y dio la cara para dejar un punto en el José Arjiz.
La primera parte estuvo marcada por las imprecisiones. El Ourense C.F. quiso dominar, pero en ningún momento se hizo con el control. Querían llegar demasiado pronto ante un Verín bien plantado sobre un campo que exige al físico de los protagonistas. Faltó circulación en las filas visitantes. Solo Martín Lamelas aportaba profundidad a un ataque que no generó mucho peligro.
Por su parte, el equipo de Marcos Zorrilla apostó por orden defensivo (cargándose de tarjetas) y salidas a la contra. La idea la tenían, pero les faltó velocidad para llevarla a cabo. Un remate de cabeza de Carrasco, en buena posición tras una internada de Campelo, fue su ocasión más clara.
Tras el paso por los vestuarios, los ourensanos subieron la intensidad. Fran Justo no paraba en la banda,y sus jugadores comenzaron a ganar metros. Fueron los mejores momentos de los pontinos, que pudieron adelantarse con una jugada entre Anderson y Lamelas que remató el ourensano fuera. También el central David Castro se asomó al área contraria, pero su remate no encontró puerta.
Mucho en juego en el desenlace
La tensión aumentaba, con mucho en juego para ambos equipos. Lamelas, escorado a la derecha, seguí siendo un quebradero de cabeza, pero en su peor momento el Verín reaccionó y amenazó con varios ataques que no supieron definir.
La recta final no fue acta para cardiacos. El Verín ya miraba el empate con otros ojos, ya no era tan malo. El Ourense C.F sabía que era su perdición, y más con los resultados que se estaban dando en la parte alta. Pero les costaba ponerle remedio. Y pareció imposible cuando Schuster falló un remate en boca de gol que desesperó a los pontinos. El empate parecía cantado, hasta que una acción del juvenil ourensano Presas, que aportó minutos positivos, acabó en los pies de Víctor Gallego que remató desde la frontal para marcar el 0 a 1.
Las dos caras de un gol
La celebración de unos y la desesperación de otros dejó muy claro lo que había en juego esta jornada. Un par de balones largos de los verinenses sirvieron para poner el punto y final a un duelo intenso entre dos equipos con objetivos muy diferentes. El Ourense C.F puede seguir mirando hacia arriba con ilusión y en una buena dinámica. El Verín se complica todavía más y ya no tiene margen de error si quiere salvarle. Un minuto lo cambió todo.
