La UD Ourense regresó a la senda de la victoria después de derrotar al Compostela por 1-0. Fue un partido donde los visitantes merecieron mejor premio, pero ya se sabe, el fútbol no entiende de méritos y lo único que cuenta es meter la pelota en la portería contraria y en eso, la UD Ourense, estuvo más acertada. Un equipo, el rojillo, que se pareció al de la temporada pasada, aunque también es cierto que no todos los rivales que van a tener enfrente van a ser como el Compostela.
Comenzó el partido con los dos equipos teniendo claro a lo que iban a jugar. El Compostela llevando el peso del juego y teniendo la pelota y los ourensanistas, esperando en su campo para salir con rápidas contras.
La primera llegada fue para el local Isi, pero su centro lo despejó la defensa. La respuesta visitante, una falta de Hugo Sanmartín que se fue desviada. Otra contra del rojillo Iago Blanco terminó en un centro, otra vez sin rematador.
Monólogo
Y a partir de ese momento, monólogo de los santiagueses. Dos remates de Brais Abelenda, uno de Pablo Antas y otro de Josiño. Entonces apareció la figura del portero ourensanista Angel Díez, que parecía recordar al visitante Pato de la temporada pasada.
Casi al final del periodo, la primera clara para los de Currás. Isi se fue por velocidad y al llegar al borde del área saca un disparo que se colaba por la escuadra, pero apareció Pato para salvar el gol.
En la segunda parte, más de lo mismo. Aunque la UD Ourense acertó en el 57 para abrir el marcador. Fue un despeje desde la zona defensiva que se "comió" el defensa Queiruga. El regalo lo aprovechó Iago Blanco que superó con un tiro raso a Pato Guillen. El campo se iclinó todavía más a favor del Compostela y la figura del portero local Angel Díez se agrandó con el paso de los minutos.
Los santiagueses probaron de todas las formas. Jimmy lo intentó desde la frontal, Pablo Antas remató de cabeza y se topó con el larguero. Después, Rodri Alonso remató fuera un centro medido, otro remate de Gabri Palmás lo sacó el meta, una media vuelta de nuevo de Palmás y mano prodigiosa de Angel Díez o un remate de Brais Abelenda tras un córner que se va fuera. Acosó y derribo visitante, pero sin premio. El fútbol no entiende de ocasiones y sí de goles. El único del partido fue para los rojillos y valió tres puntos, que pueden marcar un punto de inflexión y dar mucha confianza para el futuro.
