Mario Hezonja y Josep Pérez ya saben lo que es jugar en el equipo que ayer derrotaba al Real Madrid en Vitoria en los cuartos de final de la Copa del Rey. Son los diamantes que más brillan en un filial blaugrana sobrado de calidad y que examina en el Pazo (21,15 horas) las opciones del COB de aludir del play out de permanencia.
Llegan las citas sin opción a reválida para un equipo ourensano que se han ganando la opción de pelear todavía por casi todo pero ya casi sin margen de error. Ante el Barça es una de ellas. La victoria no lo sacaría del pozo pero la derrota lo condenaría definitivamente a pelear sólo por evitar la última plaza. Así de cruda está la Liga. Así de igualada.
Los canteranos parecen haber superado su peor momento y vuelven a compaginar su permanente disfrute en la cancha con las victorias. Ganar en el Pazo los asentaría en el grupo de los aspirantes al play off de ascenso a una Liga ACB que no les corresponde colectivamente pero por la todos suspiran de forma individual.
Las opciones locales empiezan ahí. Necesitan los ourensanos sacar a su rival del juego atrevido y dinámico con el que tantos réditos consiguen. No será fácil para un COB que también es propenso a la fluidez ofensiva y al que le cuesta algo más sacar ventaja en el trabajo oscuro. Esta vez no le quedará más remedio. En el intercambio de golpes saldría derrotado.
'Peligrosos por su talento ofensivo, en tres minutos que relajes tu atención defensiva o que pierdas balones de forma absurda se disparan. No perdonan, tienen mucha calidad', resume perfectamente Rafa Sanz.
Una vez más la teoría está clara. El problema será como oscurecer a jugadores con tanta facilidad para brillar. Pablo Movilla y Julio González son clave en ese cometido y son ambos la duda para el partido. El escolta hará una última prueba en el calentamiento y el alero jugará una vez más apretando los dientes para soportar la tortura que suponen sus continuas molestias en la espalda.
Todos son necesarios para un partido con más castigo que premio pero imprescindible. Lo sabe el COB y lo sabe una afición que volverá a responder. 'Es un partido importante para lograr el objetivo, es incuestionable. No podemos rehuirlo, es así. Espero que eso no nos pese. Tenemos que saber manejarlo', explica el técnico de un equipo que busca su quinta victoria consecutiva en un Pazo al que recurre más que nunca.
PACO PAZ, 21,15 H.
Los canteranos parecen haber superado su peor momento y vuelven a compaginar su permanente disfrute en la cancha con las victorias. Ganar en el Pazo los asentaría en el grupo de los aspirantes al play off de ascenso a una Liga ACB que no les corresponde colectivamente pero por la todos suspiran de forma individual.
Las opciones locales empiezan ahí. Necesitan los ourensanos sacar a su rival del juego atrevido y dinámico con el que tantos réditos consiguen. No será fácil para un COB que también es propenso a la fluidez ofensiva y al que le cuesta algo más sacar ventaja en el trabajo oscuro. Esta vez no le quedará más remedio. En el intercambio de golpes saldría derrotado.
'Peligrosos por su talento ofensivo, en tres minutos que relajes tu atención defensiva o que pierdas balones de forma absurda se disparan. No perdonan, tienen mucha calidad', resume perfectamente Rafa Sanz.
Una vez más la teoría está clara. El problema será como oscurecer a jugadores con tanta facilidad para brillar. Pablo Movilla y Julio González son clave en ese cometido y son ambos la duda para el partido. El escolta hará una última prueba en el calentamiento y el alero jugará una vez más apretando los dientes para soportar la tortura que suponen sus continuas molestias en la espalda.
Todos son necesarios para un partido con más castigo que premio pero imprescindible. Lo sabe el COB y lo sabe una afición que volverá a responder. 'Es un partido importante para lograr el objetivo, es incuestionable. No podemos rehuirlo, es así. Espero que eso no nos pese. Tenemos que saber manejarlo', explica el técnico de un equipo que busca su quinta victoria consecutiva en un Pazo al que recurre más que nunca.
PACO PAZ, 21,15 H.
