Miles de personas se juntan cada quince días para disfrutar del deporte rey en Europa. Ourense tiene sus propios estadios históricos, que suman años y anécdotas
Pocos deportes levantan tanta pasión como el fútbol. Una actividad que cada fin de semana reúne a numerosas personas en los diferentes estadios. También en una provincia como Ourense, huérfana de equipo en la élite y que siempre recordará las grandes gestas de CD Ourense en O Couto, uno de los estadios provinciales más emblemáticos. Miles de personas se juntan cada quince días para disfrutar del deporte rey en Europa. Ourense tiene sus propios estadios históricos, que suman años y anécdotas
O Couto
Tras la desaparición de CD Ourense, fueron dos equipos los que ocuparon su lugar en el histórico estadio de la capital. UD Ourense y Ourense C.F. alternan sus partidos allí. Los unionistas tan solo guardan buenos recuerdos tras tres años celebrando el mismo número de ascensos. Por su parte, los pontinos alcanzaron en O Couto un nuevo hito histórico con el ascenso a Tercera División. Un terreno de juego que sigue dando alegrías a los ourensanos.
Sin embargo, la catedral del fútbol ourensano estará siempre vinculado a un desaparecido CD Ourense y la de aquellos que acompañaron al club. Allí se forjó la historia de un equipo que no pasará al olvido.
Espiñedo
El campo de O Carballiño es otro de los estadios emblemáticos de la provincia y en el que un público fiel no suele fallar a su cita cada dos semanas. Un estadio que la pasada campaña se volvió a convertir en un terreno de Tercera tras un año histórico y sufrido. Una grada que cada partido se tiñe de verde para apoyar a un Arenteiro que buscará seguir haciendo de su feudo un fortín.
Calabagueiros
La comarca de Valdeorras tiene su propio templo futbolístico en O Barco de Valdeorras, Calabagueiros. Allí cada fin de semana numerosos vecinos no dudan en acompañar a uno de los representantes ourensanos en la Tercera División. Un estadio que en los últimos años se acostumbró a disfrutar en la mejor categoría del fútbol gallego y con una afición convertida en el jugador "número 12" en cada partido.
José Arjiz
Verín es otra de las villas ourensanas que respira fútbol. Quizás no vive el mejor momento deportivo, pero sus aficionados nunca fallan en una grada histórica. Allí lograron llegar a lo más alto del fútbol gallego y allí intentarán volver a crecer.
A Moreira
El Antela ha hecho de este estadio uno de los campos complicados de la Primera Galicia. Terreno de grandes medidas, que supone un esfuerzo extra para los rivales del conjunto blanquinegro. Un feudo histórico para un equipo que militó de Preferente Sur.