El presidente y jugador del Sporting Carballiño, Jordi González cumplió el sueño del grupo de personas que hicieron posible el resurgir del club
La celebración de los jugadores, directivos y aficionados del Sporting Carballiño, que comenzó tras marcar Jordi González el cuarto penalti que supuso la obtención de la primera Copa Diputación B, se prolongó por la zona céntrica de la villa carballiñesa.
"Esto es enorme y muy emocionante, porque desde aquella final que una lesión me impidió jugar con el Carballiño de Primera siendo juvenil, tenía mucha ilusión. Pero esto es otra cosa distinta. El conseguirlo ahora como presidente, peleando con todos los amigos de Carballiño y poder ganar un título que al Sporting se le negó hace 30 años por dos o tres veces en semifinales consecutivas, no hay palabras para describirlo", comentaba Jordi que además relataba como vivió los instantes previos a lanzar el penalti que resolvió la final. "Estaba bastante nervioso, pero los penaltis hay que tirarlos y es una tómbola meterlos. No importaba por donde entrara, había que meterla como sea".
Una vez alcanzado el doblete, el presidente carballinés sueña con el triplete. "Fue muy meritorio el poder lograr liga y Copa Diputación. Nadie nos regaló nada, peleamos durante toda la liga, hicimos una Copa que difícilmente se pueda ver en otra temporada. Salvo al Salamonde, para llegar aquí eliminamos a todos rivales de la Segunda Galicia, algunos de ellos luchando por ascender a Primera. La felicidad es inmensa", agregó Jordi.
De las 14 ediciones de la Copa Diputacion entre equipos de la categoría de plata y bronce del fútbol provincial, es la primera vez que al cabo de los noventa minutos se registra un empate sin goles, siendo esta la cuarta ocasión que el vencedor se debe resolver en una tanda de penaltis.
En esa definición fue clave el portero Iago Bugallo, surgido de las escuelas deportivas del Arenteiro, al parar el segundo lanzamiento de Juan, del Raio Alaricano. "Es la primera final que juego en mi vida y me siento súper bien ante este logro porque desde que llegué aquí me encontré con un gran gupo de gente".
Otro de los estandartes del Sporting Carballiño es su defensa Serafín González, que abrió la serie marcando el primer penalti y que con el actual Arenteiro había perdido hace una década aquella final frente al Verín. "Llevaba años esperando y en esta oportunidad tuvimos un poco de suerte en la loteria de los penaltis. Es un año redondo, pero aún nos queda para redondear el partido del trofeo Delegación ante el Salamonde. Pero esta Copa Diputación va dedicada a toda la afición que se portó muy bien con nosotros, a mi mujer, mis hijos y a este grupo excelente de jugadores".
Martín Pérez
El exjugador del Ourense, y en las pasadas campañas del Arenteiro con el que ganó las últimas dos copas, estaba emocionado de regresar al campo de O Couto . "Volver aquí y levantar otra Copa es muy bonito". Además, en esta oportunidad la disfrutó junto a su hermano y técnico Marcial Pérez. "Es la hostia, pero sobretodo por el presidente de honor Camilo que se ha implicado mucho con estos chavales. Por el año que hicimos Carballiño cuenta con una copa más".
