Gonzalo García de Vitoria lleva el baloncesto en la genética por parte de padre y aterriza en Ourense después de cinco años en Melilla

Gonzalo García de Victoria: “Le cojo mucho cariño a las personas”

Gonzalo García de Vitoria (Foto: Xesús Fariñas)
La temporada pasada le tocó vivir el lado áspero del baloncesto. Un descenso como epílogo a una temporada plagada de problemas dentro y fuera de la cancha. El punto y final a cinco años en Melilla. Ahora empieza una nueva etapa en Ourense. Gonzalo García de Vitoria (Bilbao, 3 de febrero de 1971) es el encargado de liderar el nuevo proyecto del COB.
'Lo de Melilla el año pasado fue un máster. Sé que el COB es un club con mucha historia pero con una directiva totalmente nueva, gente nueva en esto. Lo que sí capto es mucha ilusión, muchas ganas de solucionar los problemas que van surgiendo en el día a día', dice el técnico. Y añade: 'No somos ni mejores ni peores que otros clubes de la categoría, todos tienen sus problemas'.

Bilbao, Madrid, Hellín, Guadalajara, Burgos y Melilla son paradas previas en el desarrollo de un entrenador que reconoce al ex del Real Madrid y el Estudiantes Miguel Ángel Martín como mentor y que como persona apuesta sin dudarlo por la buena cara y la predisposición al buen rollo: 'Le cojo mucho cariño a las personas y creo que soy una persona con muy buen humor. Antes pensaba que como entrenador tenías que dar una imagen más seria e incluso forzada y te das cuenta que eso no es importante. Es clave tener un buen ambiente de trabajo. Puedes tener un jefe al que le tengas miedo o uno al que respetes y hasta te lleves bien. Apuesto por eso, creo que así vas al trabajo con más ganas'.

Sin duda la influencia de Miguel Ángel Martín tiene que ver en eso. Con él peleó el ascenso a la ACB en el Complutense. Allí conoció a Andre Turner: 'El primer entreno no teníamos ropa que dejarle y tuvieron que prestársela otros jugadores. Nos pidió disculpas por no traerla cuando los avergonzados éramos nosotros por no tenerla preparada. Es un señor en todos los aspectos'.

Inquieto intelectualmente, activo al margen de la cancha y con hambre de permanecer en el baloncesto profesional. Alejado de su carrera universitaria: 'Mi hermano mayor me lió para que hiciese Derecho pero sé que nunca me dedicaré a ello'.

Trabajó en la 'Asociación del Deporte contra la Droga' y no dudó en irse a Melilla cuando surgió la oportunidad. Era el salto definitivo para un entrenador con pasado en EBA y LEB y también como seleccionador español júnior y sub 20. 'Era muy lejos y al final me costó la relación que tenía, pero en Melilla hay un dicho que dice que 'allí te vas llorando y te vas de allí llorando' y es verdad', asegura.
'Melilla presume de su multiculturalidad. Convive gente cristiana, musulmana, hebrea e hindú. Se vive diferente a cualquier otro sitio pero bastante parecido a Andalucía', dice Gonzalo García de Vitoria. Con 16 años su familia dejó Bilbao y se marchó a Madrid. 'Te abre la mente vivir en distintas ciudades. Más que aprender cosas aprendes a valorar cosas. En el norte somos más cerrados a nuestro grupo de confianza y en el sur son más abiertos y yo acabé en la ciudad más al sur de España que existe', añade.

Pinceladas que de la vida y trayectoria profesional de un entrenador que lleva el baloncesto en el ADN: 'Iba a ver al Bilbao a La Casilla con mi padre cuando jugaban JJ Davalillo y compañía'. Y con un padre que jugaba en el Águilas: 'Llegó a jugar en Primera, lo que hoy sería la ACB, con Antonio Díaz Miguel de entrenador y Pepe Laso en el equipo'. Su primer seguidor: 'Ya me ha confirmado que vendrá a ver el primer partido contra el Andorra'.

Su madre, historiadora, diseñó el escudo de Noja: 'Siempre veraneamos allí'. Pero una conferencia suya casi le cuesta un fichaje este verano: 'Me llegó un mensaje del agente de Julio González y lo leí mal en la pantalla, entendí justo lo contrario que me decía. Nada que luego no se pudiese solucionar hablando'.

Ahora trata de poner las bases en un proyecto tan ilusionante como imprevisible mientras reorganiza su vida en una nueva parada: 'Lo que he visto hasta ahora de Ourense me encanta, pero sólo tengo tiempo para el baloncesto'.

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