El COB recibe mañana en el Paco Paz -21,00 horas. Telemiño (diferido)- a un Huesca que rompió la pasada jornada una dinámica idéntica a la de los ourensanos. Una victoria, ante el Melilla, que distancia anímica, deportiva y clasificatoriamente a los dos principales candidatos eludir el descenso directo.
El COB llega con la presión imantada al cuerpo y el Huesca con una sonrisa permanente en la cara y la confianza soplando de cola. Los ourensanos juegan cada vez mejor pero el Huesca gana. Esa es la diferencia y eso es lo único que importa.
El equipo oscense encontró ante el Melilla el acierto del no gozó en todas las jornadas anteriores y consiguió alinear a todos sus referentes para permitirle primero competir y luego rematar la faena.
Quim Costa no negocia con el trabajo defensivo y ahí quiere cimentar su equipo. En ataque la calidad se dosifica pero, a diferencia del COB, hay jugadores a los que recurrir en momentos delicados. El internacional esloveno Sandi Cebular siempre es fiable. Buen físico en un alero completo. El marfileño Abouo, en el perímetro, y Jamar Samuels, en la zona, también tienen nivel para ser jugadores importantes en la LEB Oro.
El resto suma y se relevan para ser también protagonistas. Una plantilla sin multiplicadores pero con muchos jugadores capaces de sumar. Adrián Fuentes, que suple al lesionado Eric Sánchez, y Lluis Costa llevan la batuta en un equipo que intenta no perder nunca el orden. Lafuente, Regal y el lituano Pukis deben reivindicarse por separado en el juego exterior. El ourensano todavía no tiene minutos pero tendrá oportunidades con un entrenador valiente y un club sin recursos para poblar el equipo de referentes.
En la zona, el Huesca es más amplio. Orfila, Krusic y Nasarre. Experiencia en el esloveno y centímetros en común. Orfila asume ya galones, Krusic puede y debe dar más y Nasarre no acaba de subir peldaños en las rotaciones.
Una plantilla ante la que el COB debe ser capaz de competir, un rival que puede enterrar en vida a los ourensanos y un club histórico con ganas de consolidarse en la Liga.
Hasta la pasada jornada, el tuerto y el ciego de la Liga. Una victoria de diferencia antes de un partido sin ticket de garantía.
El equipo oscense encontró ante el Melilla el acierto del no gozó en todas las jornadas anteriores y consiguió alinear a todos sus referentes para permitirle primero competir y luego rematar la faena.
Quim Costa no negocia con el trabajo defensivo y ahí quiere cimentar su equipo. En ataque la calidad se dosifica pero, a diferencia del COB, hay jugadores a los que recurrir en momentos delicados. El internacional esloveno Sandi Cebular siempre es fiable. Buen físico en un alero completo. El marfileño Abouo, en el perímetro, y Jamar Samuels, en la zona, también tienen nivel para ser jugadores importantes en la LEB Oro.
El resto suma y se relevan para ser también protagonistas. Una plantilla sin multiplicadores pero con muchos jugadores capaces de sumar. Adrián Fuentes, que suple al lesionado Eric Sánchez, y Lluis Costa llevan la batuta en un equipo que intenta no perder nunca el orden. Lafuente, Regal y el lituano Pukis deben reivindicarse por separado en el juego exterior. El ourensano todavía no tiene minutos pero tendrá oportunidades con un entrenador valiente y un club sin recursos para poblar el equipo de referentes.
En la zona, el Huesca es más amplio. Orfila, Krusic y Nasarre. Experiencia en el esloveno y centímetros en común. Orfila asume ya galones, Krusic puede y debe dar más y Nasarre no acaba de subir peldaños en las rotaciones.
Una plantilla ante la que el COB debe ser capaz de competir, un rival que puede enterrar en vida a los ourensanos y un club histórico con ganas de consolidarse en la Liga.
Hasta la pasada jornada, el tuerto y el ciego de la Liga. Una victoria de diferencia antes de un partido sin ticket de garantía.