No pudo ser. Carballo supuso el punto y final a un objetivo que fue perdiendo peso casi desde el pistoletazo de salida. El ABO, con una plantilla de las más caras del grupo, tenía como meta ambiciosa luchar por la primera plaza, y como objetivo asumible y exigible clasificarse para la segunda fase en el grupo de los mejores.
La Copa Galicia fue el primer toque de atención para el equipo entonces entrenado por Lisardo Rodríguez, pero el zarandeo debió caer en saco roto porque las primeras jornadas ligueras no hicieron más que confirmar la decepcionte trayectoria del ABO.
Lejos de marcar diferencias, el representante ourensano en la Liga fue alternando victorias y derrotas. Insuficiente para instalarse en el grupo de los mejores y el aviso de lo que finalmente ocurriría. El equipo creo que se confió. Creíamos que nos meteríamos entre los cinco primeros con la gorra y luego jugamos para quedar quintos y no para quedar primero. Pasó lo que pasó, asegura desanimado el presidente del club, Manuel Peleteiro.
El cambio de entrenador supuso la llegada de aire fresco pero también la necesidad de un tiempo de adaptación que supuso nuevos tropiezos. La mejoría llegó tarde y sin la solvencia y constancia necesaria. Se alternaron victorias sobresalientes, en Chantada o Cambados, y tropiezos mortales, ante Ferrol o el último en Carballo ante el Xiria.
Y ahora...
El ABO deberá luchar ahora por certificar la permanencia lo antes posible y empezar a pensar en un cambio de rumbo. Un club con una historia loable y con una plaza en la Liga EBA que debe ser clave para el futuro del baloncesto ourensano.
Peleteiro: Ha sido un fracaso
Manuel Peleteiro, presidente del club, y Jorge González, entrenador del primer equipo del ABO, no esconden la decepción que supone no clasificarse entre los cinco primeros equipos del grupo. Ha sido un fracaso. No se puede negar y hay que asumirlo. No perdimos la clasificación por el partido del sábado. Esto viene de antes, del principio de la temporada. Empezamos la pretemporada y creíamos que nos íbamos a clasificar entre los cinco primeros con la gorra. Ha habido un exceso de confianza, asegura Peleteiro, que insiste en que esto ha sido un fracaso.
González llegó con la temporada iniciada: Está claro que no se han cumplido las expectativas, por decirlo de forma suave. El equipo que se fichó mejoraba al del año pasado y era fácil pensar que también se mejoraría el resultado final. Está claro que ha habido errores y que hay que tratar de corregirlos a corto y medio plazo. La posición final que ocupamos es justa, ni más ni menos. Al final, la Liga te pone siempre en tu sitio.
El técnico piensa ya en la siguiente fase, por la permanencia: Hay que ganar el próximo partido, que ahora es un rival directo. Debemos marcanos mini objetivos como intentar acabar la segunda fase primeros, aunque no sirva de nada deportivamente, pero si no esto puede convertirse en un hacer por hacer, finaliza González.
Ganar el domingo al Estudiantes vale doble
El ABO jugará en un grupo formado por los cinco últimos clasificados de su grupo, el A-A, y los cuatro peores del A-B. Los resultados conseguidos en esta primera fase ante esos equipo se arrastrarán, y el Estudiantes de Lugo, rival el domingo, es uno de ellos. Además, el ABO tendrá que estar pendiente de lo que ocurra en Cambados. Si gana el ABO y también lo hace el Xiria, los ourensanos pasarían con seis victorias. De ganar el Cambados y perder el Capital Termal lo haría con sólo cuatro.
El doble de presupuesto que el mejor gallego
El Chantada es el mejor club gallego de la EBA y su presupuesto ronda los 80.000 euros. El ABO, que sólo de subvenciones recibe 110.000, lo duplica. Tiene equipos en todas las categorias de formación y 104 licencias federadas.
Lejos de marcar diferencias, el representante ourensano en la Liga fue alternando victorias y derrotas. Insuficiente para instalarse en el grupo de los mejores y el aviso de lo que finalmente ocurriría. El equipo creo que se confió. Creíamos que nos meteríamos entre los cinco primeros con la gorra y luego jugamos para quedar quintos y no para quedar primero. Pasó lo que pasó, asegura desanimado el presidente del club, Manuel Peleteiro.
El cambio de entrenador supuso la llegada de aire fresco pero también la necesidad de un tiempo de adaptación que supuso nuevos tropiezos. La mejoría llegó tarde y sin la solvencia y constancia necesaria. Se alternaron victorias sobresalientes, en Chantada o Cambados, y tropiezos mortales, ante Ferrol o el último en Carballo ante el Xiria.
Y ahora...
El ABO deberá luchar ahora por certificar la permanencia lo antes posible y empezar a pensar en un cambio de rumbo. Un club con una historia loable y con una plaza en la Liga EBA que debe ser clave para el futuro del baloncesto ourensano.
Peleteiro: Ha sido un fracaso
Manuel Peleteiro, presidente del club, y Jorge González, entrenador del primer equipo del ABO, no esconden la decepción que supone no clasificarse entre los cinco primeros equipos del grupo. Ha sido un fracaso. No se puede negar y hay que asumirlo. No perdimos la clasificación por el partido del sábado. Esto viene de antes, del principio de la temporada. Empezamos la pretemporada y creíamos que nos íbamos a clasificar entre los cinco primeros con la gorra. Ha habido un exceso de confianza, asegura Peleteiro, que insiste en que esto ha sido un fracaso.
González llegó con la temporada iniciada: Está claro que no se han cumplido las expectativas, por decirlo de forma suave. El equipo que se fichó mejoraba al del año pasado y era fácil pensar que también se mejoraría el resultado final. Está claro que ha habido errores y que hay que tratar de corregirlos a corto y medio plazo. La posición final que ocupamos es justa, ni más ni menos. Al final, la Liga te pone siempre en tu sitio.
El técnico piensa ya en la siguiente fase, por la permanencia: Hay que ganar el próximo partido, que ahora es un rival directo. Debemos marcanos mini objetivos como intentar acabar la segunda fase primeros, aunque no sirva de nada deportivamente, pero si no esto puede convertirse en un hacer por hacer, finaliza González.
Ganar el domingo al Estudiantes vale doble
El ABO jugará en un grupo formado por los cinco últimos clasificados de su grupo, el A-A, y los cuatro peores del A-B. Los resultados conseguidos en esta primera fase ante esos equipo se arrastrarán, y el Estudiantes de Lugo, rival el domingo, es uno de ellos. Además, el ABO tendrá que estar pendiente de lo que ocurra en Cambados. Si gana el ABO y también lo hace el Xiria, los ourensanos pasarían con seis victorias. De ganar el Cambados y perder el Capital Termal lo haría con sólo cuatro.
El doble de presupuesto que el mejor gallego
El Chantada es el mejor club gallego de la EBA y su presupuesto ronda los 80.000 euros. El ABO, que sólo de subvenciones recibe 110.000, lo duplica. Tiene equipos en todas las categorias de formación y 104 licencias federadas.
