Sueños de Olimpia

Jim Brown, el único dueño de su destino

El estadounidense Jim Brown durante un partido de fútbol americano de los años 60.
photo_camera El estadounidense Jim Brown durante un partido de fútbol americano de los años 60.

Poco conocido, fuera de los Estados Unidos por dedicarse al fútbol americano, el recientemente fallecido Jim Brown (1936-2023) está considerado como uno de los grandes mitos del deporte, del cual trascendió por mantener un destacado papel en la sociedad.

Hijo de un boxeador del profundo sur estadounidense, sus extraordinarias cualidades físicas le permitieron ser un imparable corredor con el balón ovalado en el Cleveland Browns de la liga NFL durante nueve temporadas. 

Cuatro veces mejor jugador de la competición, fue campeón en 1964, el mismo año en el que comenzó su carrera como actor en Hollywood, participando en la película de vaqueros 'Río Conchos' algo extraordinario en su época. 

En 1966, deporte y cine entraron en conflicto. Se encontraba rodando 'Doce del patíbulo' y la temporada comenzaba. El presidente del club, Art Modell, le amenazó con una multa  si no se reincorporaba a la disciplina del equipo y Brown respondió anunciando su retirada y plena dedicación al celuloide.

Fue una noticia de enorme repercusión. Brown era el equivalente a Jordan o  Messi en su deporte. Sólo contaba con 30 años y un buen futuro, con muy posibles títulos o un récord estratosférico de yardas.

Para algunos, fue un error que privó a los aficionados de su madurez en el campo. Para otros, una muestra de independencia en una época de grandes conflictos sociales. Un desafío al poder establecido y a las normas. Una demostración de que un atleta negro era más que un cuerpo sin cabeza ni criterio.

Brown fue tan magnífico que, pese a su prematura retirada, alguno de su récords perduró hasta 2002. Su recuerdo entre los aficionados será eterno.

Las luces y las sombras de un mito deportivo

Muhammad Ali visitó a Jim Brown durante el rodaje de la película 'Doce del patíbulo'.
Muhammad Ali visitó a Jim Brown durante el rodaje de la película 'Doce del patíbulo'.

Abordar la figura de un mito del deporte es complejo. Todos tienen sus luces y sombras. Jim Brown no fue la excepción. Más bien la norma.

Se le consideró un abanderado de los derechos sociales. Muestra de ello fue su fundación "Amer-I-can" (bonito juego de palabras) centrada en alejar a la juventud de la delincuencia y proporcionarles medios para su desarrollo. En los años 70 y 80, la droga, las bandas y las armas hicieron estragos en las calles.

Algunos le atribuyen un papel "antisistema", a la talla de Muhammad Ali. Si bien siempre reinvidicó el papel de los de su raza dentro y fuera del deporte, Brown fue un entusiasta patriota -también Ali, cuando se llamaba Cassius Clay- e incluso hizo campaña por el reclutamiento, grabando el documental promocional "The Army's All Americans"(1961).

También se le atribuye la famosa reunión de deportistas negros de Cleveland en apoyo a Ali, en 1967, cuando el púgil fue castigado por negarse a ser reclutado para Vietnam.

Edulcorada visión. Hoy sabemos que Brown estaba compinchado con varios empresarios del boxeo y dos desertores de la "Nación del Islam" para convencer a Ali de que desistiera y volviese a competir, recibiendo a cambio una suculenta remuneración.

Con Brown sucedió también un conflicto entre colectivos antirracistas y feministas. Sus defensores parecen obviar las siete acusaciones por malos tratos, extorsión de menores, diversas violaciones -supuestamente en la "mansión playboy"-; y una breve condena de prisión.

Se casó dos veces y tuvo cinco hijos. Sus problemas con las parejas y/o amantes fueron frecuentes, aunque siempre reivindicó su inocencia y -curioso- el respeto por la mujeres.

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