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Juan, el portero que todavía cree en la salvación del Ribeiro

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photo_camera Juan Iglesias, portero del Ribeiro, antes de un entrenamiento en O Xestal.

El joven guardameta del Ribeiro confía en lograr la permanencia pese a que su equipo ya lleva encajados 62 goles en las 23 jornadas de liga disputadas

El Ribeiro encajaba el gol 62 de la liga en el minuto 103 del partido ante el Gondomar. "Después de un descuento de casi 15 minutos recibir el tanto del empate en una jugada aislada fue un palo muy duro. Si hubiésemos ganado, tendríamos un refuerzo anímico muy grande, pero en el fútbol pueden pasar estas cosas", asegura Juan Iglesias (Ourense, 1998), portero del equipo de San Cristóbal.

Precisamente los goles recibidos son el gran problema del Ribeiro. En 23 encuentros ha encajado 62 goles, lo que hace una media de 2,6 goles por partido. El gran perjudicado de estos malos números es el que recibe los tantos, en este caso Iglesias. "A Pablo y a mí nos toca recibir goles, es parte de nuestro trabajo. Tengo que reconocer que me molesta más encajar un gol en un momento clave que a lo mejor recibir una goleada. Cuando la semana pasada perdimos contra el Nogueira y nos remontaron el 2-0 en el descuento, estuve varios días enfadado. Mis compañeros de la facultad se dieron cuenta de que estaba molesto. Sé que tengo una gran responsabilidad al ser el portero y que me pasen estas cosas me fastidia bastante".

La situación de esta temporada no es nueva para Juan, por desgracia la temporada pasada le pasó algo similar en el Pabellón de División de Honor. Pero él prefiere ver el lado positivo: "Cuando jugaba en los infantiles del Ribeiro, en la temporada que disputamos la Liga Gallega encajé 120 goles, y a pesar de ello, el Celta me fichó para su equipo cadete. Esto me demuestra que lo tengo que hacer bien no sólo por el equipo, sino que también por mí. Jugar en Preferente es un escaparate y no puedo desaprovechar la ocasión".

A pesar de que los resultados en las últimas jornadas no acompañan, el joven guardameta asegura que "ahora estamos mucho mejor que hace un mes, llevamos varios partidos compitiendo a un buen nivel y el estado anímico ha mejorado considerablemente. No pienso bajar los brazos, estoy convencido de que si seguimos trabajando así podemos conseguir la salvación. Además, soy de los que cree que hay picos de forma, y estoy seguro que nuestro mal momento físico ya lo hemos pasado. En diciembre el equipo estaba fundido".

Después de 23 jornadas, Juan ya tiene más o menos claro que equipos van a estar luchando por el ascenso y por la salvación: "Para subir a Tercera el favorito es el Estradense, creo que está un peldaño por encima del resto. También considero que Bande, UD Ourense y Sanxenxo estarán luchando por el ascenso. Tendremos que jugarnos la permanencia con el Nogueira, Gondomar y Alertanavia, aunque pienso que Campo Lameiro y Marcón también se van a meter abajo".

Una vocación tardía

Juan se puso los guantes por primera vez cuando estaba en categoría infantil: "Cuando era pequeño jugaba arriba, no fue hasta infantiles cuando Pernas (ex portero del Barbadás) me dijo que tenía que ser portero. Aún recuerdo aquel primer entramiento bajo los palos, fue muy duro pero me gustaron las sensaciones. A partir de ese momento me centré en la portería y dejé mi otra gran pasión, el piragüismo". El tiempo ha demostrado que Pernas no estaba equivocado. 

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