El COB ya tiene el fichaje que catapulte sus aspiraciones de ascenso, Kyle Hill (Chicago, 7 de abril de 1979). Desde hacía semanas el club sondeaba el mercado buscando un jugador exterior que pudiese dar un salto de calidad.
Marc Axton o Alberto Miguel fueron ofrecidos y sus nombres no cayeron en saco roto. Tampoco otras opciones que gustaban más pero que pasaron a un segundo plano al aparecer el de Hill. Desde el primer momento fue el que más gustó. Un jugador con experiencia en España, en ligas de primer nivel, con extraordinarias referencias extradeportivas y con capacidad para hacer y generar puntos como mejor virtud. El jugador capaz de liderar a un equipo frágil en los momentos importantes.
El fichaje de Hill supone un posible dolor de cabeza para Rubén Domínguez, que deberá escoger qué jugador cortar si el americano convence, pero un indiscutible empujón al nivel del equipo y la ilusión de una afición decepcionada con la trayectoria de COB.
Jorge Bermello lo dejaba claro la semana pasada: 'Nuestro objetivo es ilusionar a la afición'. Y eso es lo que busca el COB con este fichaje. La dirección deportiva ha sido capaz de concretar un fichaje de primer nivel para una Liga de segunda final. Traer a la LEB Plata a coste de LEB Plata a un jugador con un palmarés sin precedentes en el que será su nuevo club.
Un jugador que hace dos años jugaba en la Liga ACB y que unos meses antes era la clave del ascenso del Alicante a esa categoría.
La duda está en el estado de forma de un jugador que se quedó un año en blanco por sus excesivas pretensiones económicas. La tranquilad la genera que el fichaje llega a prueba. Si Hill no convence se irá dentro de un mes a coste cero. El único gasto será el billete de avión y su estancia en uno de los pisos del club.
Si está bien su fichaje será una baza segura en una Liga que se le debería quedar pequeña a un jugador que marcó diferencias en las primeras divisiones europeas y con pasado incluso en la Euroliga.
Es el primer esfuerzo de un club que sólo gracias a la credibilidad que se ha ganado en las últimas temporadas puede cerrar fichajes como éste. El primer refuerzo de un COB al que su presidente quiere devolver a la LEB Oro por la vía rápida y a la vez cumpliendo con el presupuesto.
Hill es un conejo en la chistera que se ha sacado Jorge Bermello para levantar a su equipo y poner en pie a lo que realmente le quita el sueño, los aficionados.
El fichaje de Hill supone un posible dolor de cabeza para Rubén Domínguez, que deberá escoger qué jugador cortar si el americano convence, pero un indiscutible empujón al nivel del equipo y la ilusión de una afición decepcionada con la trayectoria de COB.
Jorge Bermello lo dejaba claro la semana pasada: 'Nuestro objetivo es ilusionar a la afición'. Y eso es lo que busca el COB con este fichaje. La dirección deportiva ha sido capaz de concretar un fichaje de primer nivel para una Liga de segunda final. Traer a la LEB Plata a coste de LEB Plata a un jugador con un palmarés sin precedentes en el que será su nuevo club.
Un jugador que hace dos años jugaba en la Liga ACB y que unos meses antes era la clave del ascenso del Alicante a esa categoría.
La duda está en el estado de forma de un jugador que se quedó un año en blanco por sus excesivas pretensiones económicas. La tranquilad la genera que el fichaje llega a prueba. Si Hill no convence se irá dentro de un mes a coste cero. El único gasto será el billete de avión y su estancia en uno de los pisos del club.
Si está bien su fichaje será una baza segura en una Liga que se le debería quedar pequeña a un jugador que marcó diferencias en las primeras divisiones europeas y con pasado incluso en la Euroliga.
Es el primer esfuerzo de un club que sólo gracias a la credibilidad que se ha ganado en las últimas temporadas puede cerrar fichajes como éste. El primer refuerzo de un COB al que su presidente quiere devolver a la LEB Oro por la vía rápida y a la vez cumpliendo con el presupuesto.
Hill es un conejo en la chistera que se ha sacado Jorge Bermello para levantar a su equipo y poner en pie a lo que realmente le quita el sueño, los aficionados.
