El equipo de San Bartolomé no obtuvo ningún éxito en la temporada 1988-1989, un pobre récord que sigue siendo histórico y se mantiene intacto
El tiempo es implacable. Aún así la Asociación Recreativa Cultural y Deportiva Leiro de la temporada 1988-89 continúa siendo el único equipo dentro de la Primera Galicia que acabó una liga sin obtener ningún triunfo, con apenas dos empates y 36 derrotas. Que descendió es obvio.
Un club que vivió momentos de gloria. Ascendió a la Primera regional en la campaña 1981-82, llegó a disputar una promoción de ascenso a la Preferente, enfrentándose al Valladares y una final de Copa Diputación. En aquella década se lo conocía como el equipo de 'los millonarios', pero poco a poco se fue desmoronando.
No había dinero ni equipo para competir con garantías y aquel conjunto, en el que estaban, entre otros, Meiriño, Celso Saavedra, Jesús Fuertes o Nemesio dio paso a un Leiro totalmente nuevo. "Era una gente muy humilde, que cumplía bastante en los entrenamientos y en los partidos, no era una banda. Lo que pasa es que teníamos muy poquito potencial y algunos era el primer año que jugaban en una categoría que se le hizo muy larga", explica José Parada Soto, el entrenador que cogió la plantilla a falta de siete jornadas para acabar la liga.
"Hacía muy poco que había dejado el Santa Cruz, pero mi llegada al e
quipo fue por un compromiso que tenía con el entonces presidente y alcalde Abelardo Reinoso, que vino a buscarme para terminar lo más correcto posible", recuerda.
Durante aquella campaña el Leiro utilizó a 25 jugadores: Miguel, José Otero, Moncho, Telvi, Bulicas, Guillermo, Agustín, Polucho, Celso, Pepis, Charo, Moisés, Sendo, Gonzalo, Javier, Alfonso, Vázquez, Marcial, Domarco, Casares, Bello, Seoane, Romero y Rafael.
26 partidos sin marcar
De las 38 jornadas de aquella temporada, el conjunto del campo de San Bartolomé no consiguió marcar un sólo gol en 26 encuentros.
El primer punto lo logró tras perder las ocho jornadas iniciales. El siguiente llegó al comienzo de la segunda vuelta y de ahí al final todo fueron derrotas: "Era una categoría muy fuerte, incluso la Segunda regional en la que llegué a entrenar al Ribadavía Promesas".
El balance del Leiro durante la primera parte de la competición arrojaba un saldo de 11 goles a favor por 78 en contra. En la segunda la sequía todavía fue mayor. Marcó apenas tres tantos, dos al igualar en el feudo del Salamonde y a falta de cuatro partidos en la derrota en el campo del AD Villamarín (5-1).
El club fundado en 1978 por el sacerdote Jaime Simón terminaría desapareciendo tras fraguarse la pérdida de la categoría en aquella negra campaña 1988-89. A partir de ese momento el pueblo permaneció una década sin representación en el fútbol provincial .
Regresó en la temporada 1999-2000, pero debido a unas deudas con la federación se refundó con el actual nombre de Leiro Club de Fútbol. En apenas tres años fue capaz de saltar desde Tercera a Primera regional, donde apenas militó una temporada para volver al año siguiente a la división de plata donde continua en la actualidad.
Gratificación
José Parada hace hincapié en que más allá de no poder ganar ningún partido "había mucha armonía en el club y entre las mil y una anécdotas que tengo en mi época de entrenador la que más me ha sorprendido fue la vivida en mi paso por el Leiro". Y la relata: "Cuando terminamos la temporada éramos conscientes de la pésima campaña del equipo, y a pesar de no haber ganado un sólo partido, la directiva nos gratificó con un viaje a Vigo, a ver el partido de Copa del Rey entre el Celta y el Real Madrid. Además, nos invitaron a cenar".
El fútbol provincial es una continua caja de sorpresas y el Leiro solo ha protagonizado una de ellas. Quizá por mucho tiempo una de las más pobres. Y eso que eran 'los millonarios'.
