Penas repite en Ourense

El atleta de Arzúa sumó su segunda victoria en una Carreira Popular do San Martiño que congregó a 4.350 atletas en la carrera absoluta y a 8.567 en total

Lolo Penas fue el más rápido de los 4.350 atletas que llegaron a la meta en la carrera absoluta de la 38 edición de la Carreira Popular do San Martiño. El atleta de Arzúa fue el mejor de una cita en la que los verdaderos protagonistas fueron los miles de corredores populares empeñados en asentar a la cita ourensana entre las mejores y más reconocidas de cuantas se disputan en el calendario autonómico y nacional. 8.567 en total sumando las carreras de menores.

Hasta la climatología quiso sumarse a la fiesta. En días donde el agua no amenaza, empapa, la lluvia mojó la salida pero respetó la llegada del ganador y no se cebó con todos a los que precedió.

Penas no admitió rival. Ganó con Hassan Lekhili como único atleta capaz de aguantarle el ritmo pero con la sensación de que corría con el freno de mano echado. El tiempo no admite dudas, 30 minutos y 39 segundos. Muy lejos los 29:31 con los que lo derrotó en la pasada edición Alejandro Fernández. Al ourensano una grave lesión de en el talón de Aquilés lo dejó sin correr su carrera de cabecera. Fue quién dio la salida.

Diez kilómetros en los que Lekhili puso el ritmo y Penas impuso su superioridad. Apretó para pasar primero por el kilómetro cinco y sumar un premio que era novedad en la prueba y repitió en los últimos metros para evitar sorpresas.

No tiene rival. Ganó en Santiago, ganó en Ourense y está fuera de categoría. Más aún sin Alejandro Fernández.

Entre las féminas, un poco de lo mismo. Solange Pereira impuso un ritmo imposible desde el principio. 35:01 fue su tiempo. "La vi siempre desde lejos y al final parecía que podía acercarme pero fue imposible", resume Ester Navarrete, segunda. Carlos Villamor y Joselyn Daniely Brea completaron los podios.

Pero sin duda los protagonistas de la San Martiño estaban por llegar. 4.350 llegaron a la meta en la cita absoluta. Una marabunta multicolor inicial y una retahíla interminable después. Desde los amateur con tiempos de los que presumir a los que llegando a la meta ya se consideran héroes. Lo son. Jóvenes y no tan jóvenes. El DNI engaña cuando toca calzarse las zapatillas.

Equipados a la última, aprovechando la ropa deportiva de ocasiones puntuales o incluso disfrazados. Tatuados, con camisetas reivindicativas, con luces como adorno. Con música para motivarse unos y todos con los aplausos de los miles que participaron de la San Martiño desde las aceras.

Una fiesta del atletismo ourensano. Una cita que hace mucho superó la barrera del deporte para consolidarse como referencia social. Una jornada en la que sacar pecho con lo nuestro. Para presumir de Ourense.

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