‘Los sacrificios que exige este deporte no se ven recompensados’

La lucha ourensana, al borde del k.o.

Óscar fernánde, junto al Pabellón de Os Remedios.
Una grave lesión podría significar el adiós de Óscar Fernández, uno de los grandes campeones L a lucha provincial ha perdido su penúltimo combate y se encuentra al borde del k.0. técnico.
Óscar Fernández Varela, uno de los dos luchadores que en la actualidad se encontraban compitiendo en alguna de las disciplinas de este deporte está a punto de abandonar la práctica deportiva debido a una grave lesión de rodilla que se produjo hace apenas 15 dís en el transcurso del Campeonato de España de lucha que se desarrolló en la localidad murcina de San Javier. En dicho torneo, a pesar de lesionarse en el segundo combate, demostró su coraje y alcanzó la quinta posición en la categoría de menos de 84 kilogramos.

A tierras murcianas también acudió Jacobo Nóvoa, también como actual campeón gallego, aunque en la modalidad de lucha grecorromana, en la categoría de menos de 96 kilogramos, y también alcanzó el quinto pues to en la clasificación final. Con el contratiempo de su compañero en el ourensano Club Atila, Jacobo parece el único ourensano que podría seguir en competición, aunque teniendo en cuenta el escaso apoyo, por no decir nulo, que tiene este deporte por parte de las instituciones, la lucha ourensana más actual ha podido desarrollar en la cita nacional de San Javier sus últimos combates de este era que marcaron los dos grandes campeones ourensanos.




La trayectoria de Óscar Nóvoa ha sido meteórica desde sus inicios. Comenzó a practicar este deporte a los 14 años y unos meses después era campeón de España cadete. Los técnicos gallegos y nacionales vieron su enorme potencial y en los siete años que estuvo ejercitándose en el CAR de Pontevedra alcanzó sus mayores éxitos. Su papel en el último nacional le brindaba la oportunidad de acudir a una concentración con la selección en Azerbaiyán, con la vista puesta en los Juegos del Mediterráneo, pero una lesión se lo impedirá.

¿Por qué se decidió por una actividad como la lucha y no por otros deportes?

Ya había probado casi todo, pero me aburría. En atletismo había incluso gnado medallas a nivel autonómico, al fútbol jugué en el Atlético Ourense, también practiqué piragüismo..., pero no me llenaban. Conocí a Jacobo Nóvoa e hicimos un cursillo de lucha, y me enganché con sólo 14 años de edad. Muy pronto comenzaron los éxitos a nivel gallego y nacional y llegué al Centro de Alto rendimiento de Pontevedra, donde tuve la gran fortuna de trabajar con Alexander Katchealev, uno de los mejores técnicos mundiales de la disciplina.

Esa época coincidió con su mejor trayectoria competitiva...


Entrenaba muchas horas al día y la verdad es que estaba en plena forma. Logré muchos títulos gallegos, varios títulos nacionales en todas las categorías e incluso acudí a dos Mundiales (11º en categoría cadete y 15º en junior), pero eran otras ápocas.

¿Qué pasó en el último campeonato de España?


Estoy gafado. Me encontraba en mi mejor momento de los últimos años pero acudía a Murcia algo tocado en el ligamento externo de la rodilla, que terminé de fastidiar en el segundo combate, cuando iba ganando al que después sería subcampeón (el balear Toni Cabot). Apenas me tenía de pie pero con una rodillera hice lo que pude y peleé tres combates más.

Siguió peleando pensando que sólo era un esguince y al final la lesión fue peor...

Me hice una ecografía y como mínimo tengo una rotura parcial del ligamento lateral interno. Ahora tengo que realizar más pruebas para ver si también está dañado el menisco. Tengo ya 26 años y mi idea era retirarme arriba, pero no pudo ser.

Las cosas no pintan bien. ¿Cómo se plantea el futuro?


Mi idea es no continuar. Hace dos años me rompí el pectoral y estuve seis meses de baja, y ahora esto. Yo no vivo de esto, es más, me cuesta dinero y aún encima ganas disgustos. Las becas prometidas no llegaron, por ser medallista nacional tebía derecho a una de segunda categoría y me la dieron de joven promesa. El enorme esfuerzo que exige este deporte no se ve recompensado, por eso casi seguro que lo dejaré.

¿Qué futuro le ve a la lucha ourensana?


La Federación Gallega vino a Ourense para pedir instalaciones y no swe le conceden. A nosotros nos llega con 80 metros cuadrados, no pedimos mucho. En Lugo están trabajando con 1.200 niños en muchas escuelas, aquí apenas había cuatro o cinco jóvenes interesados, pero lo dejarán.

Te puede interesar