Árbitro de fútbol

Marta Fraga: ‘Y por qué no pensar que algún día se pueda ver una mujer pitando en Primera’

Marta Fraga y Zulema González, en el Colegio de Árbitros
Un buen día Marta Fraga Cid le preguntaba a su padre cómo era eso de ser árbitro de fútbol, y él le comentaba que debería pasar por el colegio de árbitros. No lo dudó y allí se presentó.
¿Cómo tomó la decisión de ser árbitro?

Me gusta el deporte y en especial el fútbol, como no había equipos donde jugar y yo quería estar, ser parte activa de este deporte, el camino pasaba por ser árbitro y desde luego que la postura que tomé ha sido muy acertada.

Una mujer impartiendo justicia en medio de muchos hombres, ¿cómo se lleva?


No existe ningún problema, todo lo contrario, creo que nos respetan más en líneas generales, aunque desde luego siempre hay alguno que en algún momento suelta una tontería, sobre todo desde la grada, pero en líneas generales muy bien.

Quien le conoce y le ha visto arbitrar dice de usted que es una persona con mucha personalidad

Me gusta hacer las cosas bien, y para ello trabajo duro. Sí, soy exigente, desde luego que quien me busca me puede encontrar.

Milita usted en la Segunda autonómica, ¿cuál es su objetivo? ¿Qué camino se marca?

Desde luego que me gustaría seguir creciendo, seguir escalando categorías. Por el momento aspiro a llegar a Primera autonómica si es este año mejor que el próximo.

¿Se le ha pasado por la cabeza árbitrar en Primera División?


Desde luego, ese sería un gran sueño, un gran reto y a lo que todo el mundo aspira.

Si bien la madre y la abuela pusieron algún impedimento para que Zulema González González se dedicase al mundo del árbitraje la influencia del tío y primos echaron el resto.

¿Porqué se decantó por el mundo del árbitraje?


Era algo que me gustaba. El mundo del fútbol me apasiona y como en su momento no podía jugar, el ser árbitro era la única posibilidad de no ser un simple espectador.

¿Pero usted comenta que en casa no todo fue color de rosa?


Bueno, más o menos, a mi madre y abuela no les hacía mucha gracia en un principio, pero ahora me apoyan en la postura tomada.

¿Dada su juventud no le asusta pitarle a los jugadores de Segunda autonómica?


Pues debo decirle que no. El comportamiento de los jugadores es el correcto, incluso diría que es mejor que el de las categorías de menores. No se puede negar que se pueda oir algún improperio desde fuera, pero tambien a los hombres les dicen algunas barbaridades.

¿Usted además de arbitrar también juega al fútbol?


Bueno, lo intento. Primero es el arbitraje, luego, si hay tiempo y oportunidad, intento ayudar al equipo del Barbadás en lo que puedo.

¿Qué objetivos se plantea?


Por el momento hacer unas buenas campañas en la Segunda autonómica y desde luego ascender a Primera. De cara a un futuro a medio plazo me gustaría seguir ascendiendo hasta donde se pudiera, pero el camino es muy complicado.

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